lunes, 27 de abril de 2009

Educacion Integral en Mallorca

En la página http://www.uib.es/ca/infsobre/estructura/instituts/ICE/FPP/jornada-educacio-integral/index.html, que es del ICE, viene el programa completo de la Jornada de abril. (en catalán: qué ocasión para castellanoparlantes para seguir aprendiéndolo!!)

Incluyo la presentación

III Jornada d'educació integral: Presentació.

L'educació integral es basa en el desenvolupament global de l'ésser humà
i té en compte els coneixements, la consciència corporal, el pensament i l'educació emocional.
Li dóna importància a aprendre a ser (actituds) juntament amb els coneixements i habilitats. En aquest procés és de vital importància la funció dels educadors i les educadores,
doncs són els creadors del clima adient per a l'aprenentatge d'actituds per contagi.

Aquesta III JORNADA D'EDUCACIÓ INTEGRAL vol ser una oportunitat per descobrir
i reflexionar amb la pràctica sobre la importància del desenvolupament personal dels educadors i les educadores.

Les activitats previstes li donaran eines i recursos per afrontar els reptes creixents de conflictes i necessitats de l'aula. Això afavoreix directament als alumnes, contribuïnt a fomentar una societat més humana.
También incluyo una fotografía de lo que son puertas, árboles y ventanas en el Casco Antiguo de Palma de Malorca

Y la reseña del equipo que participó (Ferrán no pudo finalmente asistir)

FRANCIS ELIZALDE, psicòleg i terapeuta gestàltic, membre de IPETG de Bilbao i membre del Patronato de la fundacion Claudio Naranjo.

ASSUMPTA MATEU, psicòlega i terapeuta gestàltic. Delegada de la FCN a Balears. Deixeble i col·laboradora de Claudio Naranjo als programas SAT.

JORGE VILLALONGA. Sociòleg, terapeuta gestàltic, actor, clown. Professor de teatre terapèutic. Profesor del proceso SAT. Deixeble i col·laborador de Claudio Naranjo.

MARIONA RIBAS psicòlega i terapeuta gestàltica, especialista en transtorns alimentaris i adolescènciacol·laboradora del programa SAT a Balears .

FERNANDA MARTÍNEZ-VIADEMONTE, pedagoga, formació en teràpia gestalt; màster en tecnologia i en psicologia social. Departament d'orientació en centre educatiu.

XAVIER DELGADO, psicòleg i terapeuta gestàltic. Especialista en vellesa i en educació del riure. col·laborador del programa SAT a Balears.

RAQUEL LÓPEZ, educadora social. Màster en Art Teràpia. Col·laboradora del programa SAT a Balears.

FERRAN JUAN, mestre, especialista en anglès. Terapeuta orientat en focusing. Col·laborador del programa SAT a Balears.




Jornada en Mallorca

Xavier delgado, en su Blog "10 años acompañando su crecimiento" da las noticias que siguen:
http://www.xavierdelgado.com/blog/

contacto amoroso Abril 26, 2009

...ayer, sábado, 75 docentes de mallorca asistieron al llamado de la Fundación Claudio Naranjo y la Universitat de les Illes Balears (Institut de Ciències de l’Educació-ICE) para celebrar la III Jornada de Educación Integral
por un día, el salón de actos, las aulas, el director del ICE (Lluís Ballester), nos abrieron sus puertas para que, a través de la experiencia del silencio, el contacto con el cuerpo, el teatro terapéutico y la recuperación de nuestra infancia y nuestros personajes en el aula, acompañáramos a un grupo valiente y entregado de docentes por la senda de la transformación
y el autoconocimiento que Claudio propone a través del programa SAT educa.


los nervios y los preparativos bárbaros por parte de la organización y los ponentes, como no puede ser de otra manera cuando quieres transmitir algo que valoras y deseas que pueda aprovechar a cuantos más mejor, las vivencias igualmente intensas y tiernas en las devoluciones de los participantes.

en el coloquio final en lugar de adoctrinar “qué bueno y potente es nuestro programa”, afrontamos el cierre desde una escucha interesada y auténtica ¿cómo os vais? ¿qué habeis descubierto? ¿creéis que os puede aprovechar una propuesta como esta en vuestro quehacer educativo? que fue un broche inmejorable fruto del contacto amoroso que se sucedió
de taller en taller, de encuentro en encuentro

algunos comentarios de los participantes fueron:

“ha habido un antes y un después, en esta jornada he contactado conmigo, he visto como habeis puesto mucho de vuestra parte, deciros que ofrecer una actividad tan barata también me ha animado a apuntarme y estoy muy satisfecha dfe haberlo hecho”

” aquí no hubo tanta información como suele haber en los otros cursos que yo participo,
aquí no se me ha hecho pesado, estaría haciendo más cosas -eran las 20,30 h- me he sentido muy cómoda, veo que lo que hemos trabajado aquí me es útil para la vida y para el aula”

” la vida de los maestros es dura, hay mucho esfuerzo, mucho estrés, cansancio físico y psíquico; la formación convencional suele generar cierto estrés y tensión. Esta formación de hoy a mi me ha relajado muchísimo, me ha permitido desconectar de todo. Me llevo que veo que debo potenciar mi uso del humor en el aula, he de aprender”

” la experiencia me ha llenado mucho personalmente, lo que más me ha gustado ha sido ver que aquí también hay personas como yo, con problemas, y me he sentido muy bien, he sentido mucho cuidado por vosotros, he sentido que no estoy sola y esto es guapísimo, he sentido aceptación, todo es válido y eso me ha dado mucha tranquilidad”

desde la mesa, también hubo una joya digna de retener y compartir “aquí no buscamos el éxito, sino la presencia, se aprende cuando se está”.

un contacto amoroso en Mallorca desde el espíritu SAT.

martes, 21 de abril de 2009

¿árboles o puertas?


...dar con un símbolo para un universo como el de los SAT para educadores ¡tiene su miga !
los árboles me han parecido adecuados.
Millones de imágenes de árboles expresan la gama entera de situaciones requerida.
Los hay solos, a dúo, grandes, chaparros, floridos, pelados, en hilera, en ladera...
pero...
¿ y las puertas?
Puerta es aquello que separa dos áreas, aquella de la que venimos y aquella a la que vamos... ¿¿Qué tal puertas, para variar?

lunes, 6 de abril de 2009

LO TERAPEUTICO DEL TEATRO I

Catalina Lladó, es Profesora de actuación, y terapeuta gestáltica; y ha trabajado con sus técnicas y su presencia para los trabajos de los SAT en los últimos años. Aquí nos presenta un artículo con el que desela los propósitos y los alcances de lo teatral.




"Lo terapéutico en el teatro, es por ejemplo, la posibilidad de recuperar el placer que todos hemos vivido en la infancia con los juegos. Retornar a esa capacidad de transformación y de ser
lo que uno imagina que es.
Explorar, descubrir, pelear, defender, conquistar, alegrarse, quejarse, reconciliarse, enamorarse, matar, morir, etc.…Son verbos que nos despertaron ese mundo maravilloso de la imaginación que llamamos ficción. Salíamos de nuestra realidad y nos poníamos en la piel del que representábamos ó de lo que representáramos.


Aprendimos a ser, imitando. Empezamos a relacionarnos con la vida, viendo como lo hacían los demás, y desplegando maneras que tal vez no veíamos, pero surgieron para poder ser vistos.

Y así fuimos creciendo.
Después, jugando, dejábamos nuestro personaje, nuestra vida real, y creábamos a otros.
Crear, nos sumergía en realidades que nos desvelaban la posibilidad de ser todos los papeles,
sin despreciar ninguno. ¡"Ahora un león, ahora un pirata, una flor, una ballena, un sol, una reina, un caracol, una ola, una hada, un cazador, un…..una…." Salir al mundo y ser parte de la gran realidad ¡Ése era el juego! Ser parte del mundo que veías, del que imaginabas y el que te contaban que existía.


Vivir esas identidades mientras: subías, bajabas, rugías, volabas, sentías… y una cosa te llevaba
a la otra, sin necesidad si quiera, de escuchar la palabra acción. ¡Qué interesante!

¿Puede el interés ser lo que impulsa todas esas acciones que el niño lleva a cabo? Si está interesado se entretiene, se relaciona con el otro, y con objetos reales ó imaginarios, explora mundos por los que va transitando, mientras juega.
Así en el teatro, en ese espacio que la realidad se llama ficción, como adultos podemos despertar el interés y ampliar el repertorio de nuestros aprendizajes. Reivindicando el juego de la vida,
querer estar de nuevo interesado en la faceta que en nuestro repertorio se agotó, ó donde uno se aburrió de repetir las mismas respuestas ó los mismos hechos.

Moldear tal como lo hace el artesano, poco a poco y con conciencia, un nuevo repertorio de expresiones, palabras, gestos, pensamientos que despierten en ti el interés por ti. Recuperar el aire fresco de la vivencia. Dice la sabiduría popular “renovarse ó morir".

Actuar te hace reflexionar sobre cómo has vivido, ó vives, y te invita a preguntas tales cómo "¿Y si aprendiera a expresar lo que realmente quiero y siento, sin que la norma sea la que responda por mí?"

LO TERAPEÚTICO DEL TEATRO II



¿Y si por un momento me intereso de verdad en creerme enamorado, y lo vivo hoy, en esta escena, con la fragilidad y el riesgo que nunca me he permitido vivir? ¿Y si saco esa fuerza
de guerrero que hay dentro de mí, y que me acostumbré a reprimir? ¿Y si fuera alguien, que puede volver a estar en intimidad con sus pensamientos, sin avergonzarse de ellos, y actuando como poeta, sonorizo esas palabras silenciadas?

¡¿Qué tal si realmente me intereso en sacarle el polvo a mi aventurero?¡

Vivir una de esas acciones a sabiendas que estás actuando es una buena manera de entretenerte, de relacionarte con el otro y como adulto utilizando objetos reales ó imaginarios explorar mundos mientras juegas.
En terapia uno va a las sesiones con la necesidad de ver y el deseo de aprender, reconociéndose cansado de sí, del otro, del mundo ó de Dios, sea este último representado en lo que uno crea. Necesitas entender, ver, reconocerte….no a través de la ficción del juego teatral, sino a través
de la ficción que es la vida real.

Es un interés común, el participar en esa obra -que es la vida-, con una buena caja de herramientas, para que puedas y, con el tiempo, aprendas a moldear artesanalmente viejas piezas, ó construir piezas nuevas - que, en nuestro caso, serán los comportamientos ó vivencias-. Así podemos convenir que, en el teatro y en la terapia, hay un movimiento de la conciencia.

La capacidad de darte cuenta de que, lo que sientes, piensas e imaginas, se abre como un abanico, desplegando un arco iris de posibilidades, que tú personaje cotidiano, ego,
tal vez ni sueñe.


Peter Brook extrajo estas palabras de un cuento sufí:
“…para poder ver otro aspecto de la realidad: su posibilidad de imitarse a sí misma…Dios inventó el teatro. El teatro será el lugar dónde los hombres aprenderán a entender los sagrados misterios del Universo…”


Un personaje al principio es letra sobre papel, ó imágenes en la cabeza del lector, que, a menudo, hablan de su vida; y no tanto de lo que el autor quiere contar.
Uno de los misterios del Universo, tal vez tenga que ver, con entregarse a lo que no existe,

es decir, al personaje. Y el actor colabora a que lo invisible se haga visible, poniéndose al servicio de lo que otro ha escrito y que por ser de la misma especie entiende, ó quiere entender.

Deja de ser y hacer lo que sabe y se dispone a adoptar la forma que el autor inspirándose en sí mismo y seguramente en alguien más, ha creado. A su vez el actor creará el personaje imitando
a otros y su “criatura” existirá mientras trabaje, para luego poder volver a su propio personaje cotidiano.
Así empieza una cadena en la que todo es de todos y la base es recuperar el placer que hemos vivido con los juegos y ser parte de la gran realidad.

Un actor es su propia herramienta de trabajo. Siendo su vida y su ser, en el más amplio sentido de la palabra, lo que aporta para actuar. Para el autor su herramienta de trabajo es la escritura, y claro está: su experiencia, su imaginación y el arte de saber escribir.
La situación que te plantea el personaje, casi seguro que no la has tenido en tu vida, ya que el lenguaje teatral dista mucho del lenguaje de lo cotidiano. El lenguaje dramático lleva el conflicto que se produce en una situación hasta su extremo, mientras que en la vida real, uno quiere vivir con cuantos menos conflictos mejor.

Uno cree que lo que vive es sólo patrimonio exclusivo, y sin embargo, al ofrecerlo como actor,
escribirlo como autor, lo convierte en patrimonio de la Humanidad. El teatro posee el misterio de convertir en universal, lo que de personal aporta el actor , lo que el autor inspirado en su vida y en la de otros, ha escrito y que el espectador entiende por su propia cosecha e imaginación.
El actor, el personaje y el espectador se juntan en una misma persona y experiencia:
¡Qué misterioso!

LO TERAPEUTICO DEL TEATRO III

¡Quién no ha tenido escalofríos, o se ha visto tomando partido por un personaje, o se ha sentido enamorado, o se ha reído al reconocerse en el escenario, o ha comprendido algo sobre las pasiones humanas, o con gran intimidad, sentado en el público, se ha descubierto pensando sobre la vida y la muerte, viendo Romeo y Julieta, Hamlet , Bernarda Alba , La Vida es sueño , La Gaviota , Casa de Muñecas o...?. Cuándo esta comunión se da, el tiempo desaparece y puede vivirse el misterio.

Actuar incluye la actitud de desprenderse de si mismo, y soltar tu personaje en público. Hacer esa práctica no es nada fácil, ya que, para ello, uno necesita estar en tierra de nadie, buscando ese nuevo ser. Eso incluye estar torpe ante los demás. Esa práctica de transitar por el “no sé como es, estoy investigando, construyéndolo” en “el rápido mundo de hoy en día” requiere coraje.
Ensayar cómo es vivir, relacionarte, expresarte de otra manera soltando la que ya conoces, es sano. Es sano porque abres el punto de mira y comprendes otras maneras de ver y ser. Haciéndolo, puedes mirar la vida como un juego en el que hay distintas maneras de estar y actuar. Disfrutar representándolo, comunicándoselo a otro, te deja el regalo de la memoria en el cuerpo.


¿Cuántas obras nos hablan de la dificultad de un personaje de ponerse en la piel de otros?
¿Acaso Bernarda Alba, siguiendo la norma social, no deja de escuchar la necesidad de sus hijas
o ponerse en su piel, hasta que acontece la tragedia? ¿No ocurre en Romeo y Julieta algo parecido, en el sentido , que la dificultad de los padres de ponerse en la piel de sus hijos y en el amor que estos sienten, les lleva a su muerte?


Y como espectadores, también tenemos el ejemplo de cómo desde el público uno se pone en la piel de los personajes. Como, en la famosa escena de los cómicos, Hamlet les pide a los actores que representen la historia de un rey asesinado por su hermano. Entre el público está el tío de Hamlet que reconoce los hechos y pide suspender la representación pues lo que ve se le hace insostenible.

¿No es el teatro, con sus grandes obras, una reflexión sobre la dificultad del ser humano de salir de sus casillas y emprender el camino de comprenderse y comprender a los demás?



El fin de la actuación es poner un espejo ante el mundo, dice Shakespeare. Actuar con conciencia nos agranda como personas.
Como dice Kevin Spacey (actor en American Beauty): “cuando represento un personaje termino convirtiéndome, no en mejor actor, sino en mejor persona”.
Esto es lo terapéutico.





(Catalina Lladó, profesora de actuación y terapeuta gestalt.)

otros enfoques, otras reflexiones...



“Nuestra civilización ha tomado un tipo de bienestarcomo el deber ser de la vida, fuera del cual no hay salvación.Este objetivo es logrado por el miedo […]. En especial, se tiene horror al fracaso.” (Ernesto Sabato, La resistencia)



"Todos los días me encuentro con jóvenes que se sienten presionados por sus padres para seguir carreras universitarias que —supuestamente— los llevarán, en el futuro, a lograr un aceptable nivel de bienestar. «La prioridad es que estés muy bien económicamente.» Y les cuesta mucho desprenderse de ese mandato paterno, darse cuenta de que en la vida no sólo es valioso estudiar para acumular dinero, que también es importante disfrutar de lo que se hace, realizar una tarea solidaria, etc. «¿Por qué perdés tiempo en eso?», es el reproche reiterado de los padres.


Me da la impresión de que el sistema educativo está cayendo en el mismo error. Los alumnos lo perciben constantemente, conviven día a día con este mensaje: «Nene, lo importante en la vida es llegar a tener una linda casa, un lindo auto, un status elevado dentro de la sociedad y tener dos hijos (no más) para experimentar la linda sensación de ser padres.» . El sentido de la vida se redujo a vivir el instante presente disfrutándolo todo lo posible. Hemos perdido la conciencia de pueblo. Todo se ha reducido al placer fugaz e individual, al bienestar de la vida privada. Para conseguir el bienestar hay que competir, no quedarse afuera de esa loca carrera.
La escuela y la televisión preparan al niño para la competencia, enseñándole a valorar el triunfo sobre sus compañeros, "ser el primero", "ser el mejor". Ésta es hoy la piedra angular de la educación: individualismo y competencia. Y terminamos generando una gran confusión en nuestros niños y adolescentes al pretender formarlos simultáneamente en el bien común y el individualismo, en la solidaridad y el desenfreno, en la búsqueda de éxito y el altruismo. Lo que enseñamos con las palabras en casa o en el aula lo borramos con nuestros actos, y a estas contradicciones los chicos las perciben claramente.


Una ética indolora

Si el bienestar es el objetivo aceptado en nuestra sociedad tendremos como consecuencia
un hombre que vive lo que Guilles Lipovetsky llama "la civilización del bienestar consumista". Estamos educando a nuestros jóvenes en una ética indolora determinada por el yo y su bienestar, en la cual los deberes para con el otro no deben ir más allá de un compromiso
que no llegue a afectar su bienestar. Enseñamos una solidaridad indolora: en tanto ello
no atente y desestabilice mi bienestar individual soy solidario. Enseñamos a asumir deberes
que mantengan inmóviles los nuevos imperativos del bienestar: salud, juventud, esbeltez, satisfacción, velocidad, poder, dinero. El sufrimiento que hay a mi alrededor nunca
debe invadir la privacidad individualista en la que vivo. Nuestros jóvenes se emocionan frente al dolor, la pobreza, la corrupción y el racismo, por ejemplo. Pero estas emociones permanecen distantes de todo compromiso real con la situación del otro. Huimos del deber y la tarea de modificar la realidad.


Por otra parte, la escuela hoy le trasmite al alumno un saber éticamente descomprometido, basado en el modelo de la neutralidad científica. Pareciera que la práctica de una profesión no tiene nada que ver con la ética. La educación que brindamos padece de una terrible desconexión entre lo que se sabe y los efectos que produce ese saber. En pocas palabras, educamos ciudadanos inconscientes del poder que les otorga el saber.


¿De qué nos sirve otorgar a nuestros alumnos todo el poder de la información si sus vidas carecen de un sentido auténtico, si yacen en la tumba del absurdo? Victor Frankl trae un mensaje urgente para nuestro mundo contemporáneo... Una educación que no lleve al encuentro de un profundo y comprometedor sentido de la vida, estará faltando a una necesidad fundamental del ser humano.


Si algo nos diferencia de un vegetal o un animal es nuestra necesidad de —y nuestra capacidad para— encontrar el sentido de nuestra existencia. “Lo que se le pide al hombre no es, como predican muchos filósofos existencialistas, que soporte la insensatez de la vida, sino más bien que asuma racionalmente su propia capacidad para aprehender toda la sensatez incondicional de esta vida.” (Frankl)