jueves, 25 de octubre de 2007

CONFUCIANA

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Ezra Pound versioneó (más que tradujo) a Confucio, de quien tanto tomó prestado.

Resaltó sobre todas las demás la faceta del Confucio educador.

En la traducción que E. Hegewicz hizo para la colección Maldoror de la editorial Labor

encuentro esta escueta afirmación:




Nadie ha sido nunca

capaz de inducir a otros

a seguir
un estilo de comportamiento

que no estuviera

en sus propias vísceras.

.





lunes, 22 de octubre de 2007

una balada

Envía Katy Caballero, desde Mataró, .

"Transformar la educación para que pasen cosas como estas":


El niño

Una vez un niño fue a la escuela.
Un niño muy pequeño / y la escuela era muy grande.
Pero cuando el niño
descubrió que podía ir a su aula
con sólo andar en línea recta desde la entrada, se sintió feliz.
y ya no siguió pareciéndole que la escuela fuera tan grande.

Una mañana,
cuando el niño ya llevaba un rato en la escuela, la maestra dijo:

«Hoy vamos a hacer un cuadro.»
«¡Qué bueno!», pensó el niño, / porque le gustaba hacer cuadros.
Podía hacerlos de todas clases:
de leones y tigres, /de gallinas y vacas, /de trenes y barcos...
y sacó sus lápices de colores /y se puso a dibujar.
Pero la maestra le dijo:
«¡Espera! ¡Aún no es el momento de empezar!»
y esperó hasta que todos estuvieron listos.

«Ahora», dijo la maestra, /«vamos a hacer flores».
¡Qué bien!», pensó el niño, /porque le gustaba hacer flores,
y empezó a hacerlas, hermosas,
con sus lápices rosados, anaranjados y azules.
Pero la maestra les dijo:
«¡Esperad, que yo os enseñaré!»
y dibujó sobre la pizarra /una flor roja con el tallo verde.
«Ya», dijo la maestra. /«Ahora ya podéis empezar.»

El niño miró la flor de la maestra /y después su propia flor:
la suya le gustaba más que la de la maestra.
Pero no lo dijo
y se limitó a dar la vuelta al papel
para hacer una flor como la de la maestra: /
roja, con el tallo verde.

Otro día, cuando el niño había abierto
él solo la puerta de entrada, /la maestra dijo:


­«Hoy vamos a hacer algo de arcilla.»
«¡Qué bien!», pensó el niño /porque le encantaba la arcilla.

Podía hacer toda clase de cosas con arcilla:
serpientes y muñecos, /elefantes y ratones, /coches y camiones...
y empezó a amasar /su puñado de arcilla.

Pero la maestra le dijo:
«¡Espera, no empieces todavía!»
y esperó hasta que todos estuvieron listos.

«Ahora», dijo la maestra, /«vamos a hacer un plato».
«¡Qué bien!», pensó el niñito, /porque le gustaba hacer platos
, y empezó a hacer algunos
con formas y tamaños distintos.

Pero la maestra dijo: «¡Esperad a que yo os enseñe!»
Y entonces les enseñó a todos /a hacer un plato hondo.
«Ahora», les dijo después / «ya podéis empezar».

El niño miró el plato de la maestra
y después el suyo.
Sus platos le gustaban más que el de la maestra,
pero no lo dijo
y se limitó a amasar de nuevo una gran bola de arcilla
y a hacer un plato como el de la maestra.
Un plato hondo.

Y muy pronto el niño
aprendió a esperar, /y a observar,
y a hacer las cosas igual que la maestra.
Y muy pronto / dejó de hacer sus propias cosas.

Entonces sucedió /que el niño y su familia
se mudaron de casa,/ a otra ciudad,
y el niño tuvo que ir /a otra escuela.

Una escuela aún más grande/ que la anterior,
y donde no había ninguna /puerta de entrada a su aula.
Tenía que subir unos grandes escalones
y caminar por un pasillo largo /para llegar a su aula.

Y el primer día /de clase, la maestra le dijo:
« Hoy vamos a hacer un cuadro.»

­ «¡ Bien!», pensó el niño
y se quedó esperando que ella le dijera lo que tenía que hacer.

Pero la maestra no le dijo nada.
No hizo más que pasearse por el aula.

Cuando llegó junto al niño /le preguntó si no quería hacer un cuadro.
«Sí», le dijo él, y preguntó: /«¿ Qué vamos a hacer?»
«Yo no lo sabré mientras no lo hagáis», dijo la maestra.

«¿ Cómo tengo que hacerlo?», preguntó el niño.
«Pues, como a ti te guste», dijo la maestra.
«¿ Y de qué color?», preguntó él.
«De los que tú quieras», dijo la maestra.
«Si todos hicierais el mismo dibujo /y usarais los mismos colores,
¿cómo sabría quién hizo cada uno?»
«No lo sé», respondió el niño.
Y empezó a dibujar flores rosadas, /azules y anaranjadas.



Y su escuela nueva le gustó /aunque no pudiera
llegar a su aula directamente /desde la puerta de entrada.



HELEN E. BUCKLEY

mirar a los otros, mirarnos a nosotros...

.
...rastreando en la web textos acerca de educación, doy con uno titulado "El papel destructivo de la educación contemporánea", cuya dirección dejo aquí

http://www.liberalismo.org/articulo/293/29/51/

y leo bajo ese título que podría bien encabezar una intervención de cualquiera de nosotros. Lo que me encuentro me pilla del todo desprevenido.
Algunos extractos:
[4] De acuerdo con W.T. Jones, un prestigioso historiador de filosofía:
"Para la mente romántica, las distinciones que hace la razón son artificiales, impuestas y hechas por el hombre; dividen, y al dividir, destruyen la integridad viviente de la realidad—“Matamos para diseccionar”. Entonces ¿cómo vamos a mantenernos en contacto con la realidad? Desnudándonos, hasta donde podamos de todo el aparato de aprendizaje y escolaridad y siendo como niños o personas simples y sin educación; atendiendo a la naturaleza en lugar de a las obras del hombre; siendo pasivos y dejando que la naturaleza actúe sobre nosotros; mediante la contemplación y la comunión, en lugar de mediante el raciocinio y el método científico.
"

[5]
Los románticos afirmaban que “estamos más cerca de la verdad acerca del universo cuando soñamos que cuando estamos despiertos” y “más cerca de ella como niños que como adultos”.[6] La implicación evidente de la filosofía del Romanticismo es que la parte valiosa de nuestra vida mental no tiene una relación esencial con nuestra habilidad para razonar y con el uso deliberado y controlado de nuestra mente consciente: supuestamente está en nuestros sueños y nuestra infancia".

En lo esencial, la filosofía del Romanticismo es el principio que guía la educación contemporánea. Exactamente igual que en el Romanticismo, la educación contemporánea sostiene que la parte valiosa de nuestra vida mental no tiene una conexión esencial con nuestra capacidad de razonar y con el uso controlado y deliberado de nuestra mente consciente—que poseemos esa parte de nuestra vida mental si no en nuestro sueño, sí al menos en nuestra infancia. Esta doctrina se encuentra claramente presente en la convicción declarada de la educación contemporánea de que la creatividad es un fenómeno separado e independiente de procesos mentales conscientes, como la memorización o el uso de la lógica. De hecho una proposición casi universalmente aceptada de la pseudociencia actual es que una mitad del cerebro humano es responsable de procesos conscientes, como el uso de la lógica, mientras que la otra mitad es responsable de la “creatividad”, como si, al examinarlas, las dos mitades del cerebro revelaran esta información por sí mismas,"quizás en la forma de llevar pequeñas etiquetas marcadas respectivamente “Unida Lógica, Made in Hong Kong” y “Unidad Creativa, Made in Woodstock, New York”. Naturalmente, una visión del cerebro funcionando así es una conclusión, que se basa en la filosofía, y por tanto en el marco interpretativo, de los partidarios de esa doctrina".




Más.


"En realidad, la educación es un proceso por el cual los estudiantes internalizan el conocimiento: lo absorben mentalmente a través de la observación y la prueba y la aplicación repetida. Memorización, deducción y resolución de problemas deben aparecer constantemente. La finalidad es desarrollar la mente del estudiante—para proveerle de un almacén de conocimiento disponible instantáneamente y así incrementar su poderoso aparato mental que será capaz de utilizar y posteriormente ampliar a lo largo de su vida. Visto de una perspectiva fisiológica, puede ser que lo que el proceso de educación requiera del estudiante a través de sus ejercicios sea una impronta real en su cerebro.
Sin embargo, bajo la influencia de la filosofía romántica, la educación contemporánea es fundamentalmente opuesta a estas premisas de la educación. Establece una distinción entre “resolver problemas”, lo que se ve como “creativo” y afirma estar a favor, y la “memorización”, que parece considerar una imposición a los estudiantes, cuyo valioso tiempo ejecutivo, afirma, puede emplearse mejor en “resolver problemas”. Así la educación contemporánea actúa asumiendo que la habilidad para resolver problemas es innata o al menos se encuentra plenamente desarrollada antes de que los niños vayan a la escuela. Concibe su trabajo como posibilitar que los estudiantes ejerciten sus habilidades naturales para resolver problemas, imponiéndoles en la medida mínima las tareas supuestamente innecesarias y enajenadoras de la memorización.
En la educación primaria, esta actitud se muestra en posturas como que en realidad no es necesario que los estudiantes se preocupen por memorizar la tabla de multiplicar si se puede garantizar la existencia de calculadoras que sepan manejar; o por memorizar hechos de la historia o geografía, si se puede garantizar la disponibilidad inmediata de libros y atlas que contengan los datos, datos que los estudiantes sabrán cómo encontrar cuando sea necesario. En el bachillerato y la universidad, esta actitud se expresa en el fenómeno del “examen a libro abierto” en el que un rendimiento apropiado supuestamente se demuestra a través de la habilidad de usar un libro como fuente de información, probando así que el estudiante sabe cómo encontrar la información cuando la necesita.
Sin exagerar, toda la educación contemporánea puede describirse como un proceso de estorbar la mente del estudiante con el menor conocimiento posible. El lugar del conocimiento, parece creer, son las fuentes externas—libros y bibliotecas—que los estudiantes saben cómo utilizar cuando sea necesario. El trabajo de los docentes, según creen, no es enseñar conocimientos a los estudiantes, sino “cómo adquirir conocimientos”—no enseñarles hechos y principios, que sostienen que en seguida quedan “obsoletos”, sino enseñarles “cómo aprender”. El trabajo de los proponentes, según declaran abiertamente, no es enseñar geografía, historia, matemáticas, ciencias o cualquier otra materia, incluyendo leer y escribir, sino enseñar a “Johnny”—enseñar a Johnny cómo supuestamente puede arreglárselas para aprender los hechos y principios que se declara que no son suficientemente importantes como para enseñarlos y a los cuales, por tanto, no dan incentivo alguno para aprenderlos y no ofrecen a los estudiantes medio alguno de aprendizaje.Las consecuencias de este tipo de educación resultan visibles en hordas de estudiantes que, a pesar de sus años de escolaridad, virtualmente no han aprendido nada, y que en modo alguno pueden ser capaces de pensar críticamente y resolver problemas."

:
Esos estudiantes, esos adultos, son objetivos fáciles para una doctrina como el “ecologismo”. No están en absoluto preparados intelectualmente para resistir cualquier tendencia irracional y están más que deseosos de subirse al carro de alguien que atienda sus incertidumbres y temores. El ecologismo lo hace echando la culpa de las preocupaciones de la vida a la existencia de una sociedad industrial y ofreciendo la perspectiva de una existencia intelectualmente no exigente y por tanto aparentemente bucólica y tranquila, que supuestamente está “en armonía con la naturaleza”.
La labor destructiva de la educación contemporánea llevada a cabo contra el desarrollo de las habilidades conceptuales de los estudiantes en la enseñanza primaria se complementa, a medida que la educación pasa a posteriores niveles, mediante la enseñanza de una colección completa de doctrinas irracionalistas, que constituyen la esencia filosófica de los estudios de letras contemporáneos.
Entre ellas, junto con el escepticismo irracional y la inclusión reciente del ecologismo, se encuentra el colectivismo en diversas formas: marxismo, racismo, nacionalismo y feminismo, y el relativismo cultural, determinismo, positivismo lógico, existencialismo, análisis lingüístico, conductismo, doctrina freudiana y keynesianismo."


Acojo en nuestro Blog este texto como ejemplo,
como ejemplo de lo fácil que es caer
en posturas dogmáticas -qué más da de qué signo-
creyendonos que estamos razonando
y ofreciendo iniciativas.
De lo fácil que es apoyarse en autoridades
para mejor apuntalar ideologías;
de lo fácil que es utilizar las armas irónicas
sin despertar ni el humor ni el discernimiento


No me cuesta demasiado esfuerzo
imaginar una página nuestra equivalente
y que coseche el mismo pobre resultado:
la adhesión de los ya adheridos
y el estupor y el rechazo de los demás.

Procurar evitar tales tentaciones,
en las que tantos caen - y caemos-
¿no es acaso un desafío digno de ser aceptado?

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lunes, 8 de octubre de 2007

“La explicación de los objetivos del SATEduca hace necesaria la explicación de un contexto antropológico, al que Naranjo se refiere como
“El modelo piramidal de la mente”.
Alude con esto al hecho de que somos seres tricerebrados,
dotados no sólo anatómicamente de un cerebro instintivo, un cerebro afectivo
y un cerebro cognitivo (el neo cortex, que nos hace Homo Sapiens),
sino que también funcionalmente del pensar, sentir y querer,
y fenomenológicamente de subpersonalidades que podemos llamar
Padre, Madre e Hijo.

Pero, si pretendemos ser seres equilibrados necesitamos también
de un “cuarto factor” equilibrante.

Podemos representar todo esto a través de una pirámide, de base triangular,
en que los vértices de la base representan nuestras “personas interiores”
(padre, madre, hijo) y el vértice representa algo así como un espacio vacío
en que puedan encontrarse.
Tal espacio vacío, planteamos, es lo que podría llamarse “la mente profunda”,
“Conciencia de la conciencia” o “conciencia sin objeto”,
lo que se puede decir que sea el resultado supremo de la vida espiritual.

En términos de este mapa, la propuesta del programa SAT para educadores
es una “educación tricerebrada”,
orientada no sólo, como la educación patriarcal, al desarrollo del intelecto,
sino que también a la capacidad amorosa (nuestra parte materna)
y al niño interior con su libertad y espontaneidad.

Pero propongo también este programa como contexto necesario
para la armonía de estos tres aspectos del ser.
una “educación para el ser” propiamente tal, es decir,
una educación para esa parte profunda de la mente
que se sitúa más allá del pensar, del sentir y del querer-hacer;
una educación en el silencio de la vida contemplativa que, lejos de ser
algo reservado a los de vocación contemplativa
debería constituir un asunto fundamental en la vida de cada uno.
“Escuela SATEDUCA es un proceso de demolición del Ego
para liberar al ser esencial”.

jueves, 4 de octubre de 2007

Birmania: que cese el atasco.



jueves, octubre 04, 2007


http://www.free-burma.org/

Hoy, 4 de Octubre, se extiende por entre los blogs de todo el mundo la consigna de dejar constancia de nuestra petición de desbloqueo para la situación que vive, por lo que sabemos, el pueblo de Myammar, Birmania. Este Blog se adhiere.

El recurso a la fuerza por parte de la institución militar es una amenaza que pesa siempre sobre las cabezas de todos y cada uno de los habiantes de este planeta; al fin y al cabo, esa es exactamente la finalidad de tal institución. Conocedores -a cuenta de Franco- de en qué yermo pueden convertirse cuarenta años cuando manda quien manda, (con la fuerza de su lado,y su ilimitado deseo de controlar cada aspecto de la vida civil) imaginamos con cierta precisión lo que pueden estar pasando nuestros hermanos birmanos.

libertad, libertad para birmania. Y, para que esa libertad sea tal cosa y no un remozado de fachada, pensemos, si nos parece bien, qué es, a qué alude ese término de Libertad. "Buenos deseos funcionar mejor con añadido de trabajo personal", dice un refrán birmano que me acabo de inventar.
Y vaya otra imagen, con los monjes esta vez. Aunque elevar el valor del heroismo de una persona un poco más por el superficial hecho de que haya tomado los hábitos me sabe a recurso propagandístico -y como tal distorsionador de la verdad-, ayer alguien escribía en algún lado que las imágenes de monjes liderando protestas civiles mostraban al mundo que ética laica y espiritualidad eran plenamente compatibles, y eso, por muy obvio que sea, sí me parece un mensaje digno de ser difundido.

Que haya tanta verdadera libertad para Birmania como la que necesitamos para todos nosotros.

martes, 2 de octubre de 2007

una fábula




Augusto Monterroso: La oveja negra y otras fábulas. Edit Punto de lectura.

“Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno, el Director de la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su clase
sobre el arte de cantar, precisamente en el momento de la exposición en que les explicaba
que la voz del Grillo era la mejor y la más bella entre todas las voces, pues se producía mediante el adecuado frotamiento de las alas contra los costados, en tanto que los pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en hacerlo con la garganta,
evidentemente el órgano del cuerpo humano menos indicado para emitir sonidos
dulces y armoniosos.

Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio,
asintió varias veces con la cabeza y se retiró, satisfecho de que en la Escuela,
todo siguiera como en sus tiempos.