lunes, 6 de abril de 2009

LO TERAPEUTICO DEL TEATRO I

Catalina Lladó, es Profesora de actuación, y terapeuta gestáltica; y ha trabajado con sus técnicas y su presencia para los trabajos de los SAT en los últimos años. Aquí nos presenta un artículo con el que desela los propósitos y los alcances de lo teatral.




"Lo terapéutico en el teatro, es por ejemplo, la posibilidad de recuperar el placer que todos hemos vivido en la infancia con los juegos. Retornar a esa capacidad de transformación y de ser
lo que uno imagina que es.
Explorar, descubrir, pelear, defender, conquistar, alegrarse, quejarse, reconciliarse, enamorarse, matar, morir, etc.…Son verbos que nos despertaron ese mundo maravilloso de la imaginación que llamamos ficción. Salíamos de nuestra realidad y nos poníamos en la piel del que representábamos ó de lo que representáramos.


Aprendimos a ser, imitando. Empezamos a relacionarnos con la vida, viendo como lo hacían los demás, y desplegando maneras que tal vez no veíamos, pero surgieron para poder ser vistos.

Y así fuimos creciendo.
Después, jugando, dejábamos nuestro personaje, nuestra vida real, y creábamos a otros.
Crear, nos sumergía en realidades que nos desvelaban la posibilidad de ser todos los papeles,
sin despreciar ninguno. ¡"Ahora un león, ahora un pirata, una flor, una ballena, un sol, una reina, un caracol, una ola, una hada, un cazador, un…..una…." Salir al mundo y ser parte de la gran realidad ¡Ése era el juego! Ser parte del mundo que veías, del que imaginabas y el que te contaban que existía.


Vivir esas identidades mientras: subías, bajabas, rugías, volabas, sentías… y una cosa te llevaba
a la otra, sin necesidad si quiera, de escuchar la palabra acción. ¡Qué interesante!

¿Puede el interés ser lo que impulsa todas esas acciones que el niño lleva a cabo? Si está interesado se entretiene, se relaciona con el otro, y con objetos reales ó imaginarios, explora mundos por los que va transitando, mientras juega.
Así en el teatro, en ese espacio que la realidad se llama ficción, como adultos podemos despertar el interés y ampliar el repertorio de nuestros aprendizajes. Reivindicando el juego de la vida,
querer estar de nuevo interesado en la faceta que en nuestro repertorio se agotó, ó donde uno se aburrió de repetir las mismas respuestas ó los mismos hechos.

Moldear tal como lo hace el artesano, poco a poco y con conciencia, un nuevo repertorio de expresiones, palabras, gestos, pensamientos que despierten en ti el interés por ti. Recuperar el aire fresco de la vivencia. Dice la sabiduría popular “renovarse ó morir".

Actuar te hace reflexionar sobre cómo has vivido, ó vives, y te invita a preguntas tales cómo "¿Y si aprendiera a expresar lo que realmente quiero y siento, sin que la norma sea la que responda por mí?"

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