miércoles, 17 de octubre de 2012



Hay algo de real en este llevar a los niños a un lugar desde dobnde se les puede convertir en burros y llamar idiotas.
Y hay algo de estremecedor en esa imagen de una isla, a la que se lleva a los niños -a los humanos-, a que se olviden de la realidad del mundo y cedan a las presiones publicitarias cuidadosamente pergeñadas ppor quienes quieren largas hileras de burros, adaptados al mercado, a las leyes del mercado, a la mera producción... ¿O solo a mí me parece reconocerme en uno de los burritos que aparecen en la pantalla?






Como posible antídoto, una letanía mediooriental---Perspectivas desde el mundo real:


1. Gusten de lo que "ello" no gusta,
2. El más alto logro para el hombre es el ser capaz de hacer.
3. Cuanto peores las condiciones de vida, mejores los frutos del trabajo, siempre que se
recuerde el trabajo.
4. Recuérdese de sí mismo, siempre y en todas partes.
5. Recuérdese que usted ha venido acá habiendo ya comprendido la necesidad de lucha contra
sí mismo: únicamente contra sí mismo. Por lo tanto, agradezca a quienquiera le dé la
oportunidad.
6. Aquí sólo podemos dirigir y crear condiciones, mas no ayudar.
7. Sepan que esta casa sólo puede ser útil a los que han reconocido su nulidad y creen en la
posibilidad de cambiar.
8. Saber que está mal hecho y sin embargo hacerlo, es cometer un pecado difícil de reparar.
9. El mejor medio para ser feliz en esta vida es la capacidad de considerar externamente
siempre, interiormente nunca.
10. No amen el arte con sus sentimientos.
11. Un verdadero signo del hombre bueno es que ama a su padre y a su madre.
12. Juzgue a los otros como a sí mismo y rara vez se equivocará.
13. Ayude sólo al que no es ocioso.
14. Respete todas las religiones.
15. Yo amo a quien ama trabajar.
16. Sólo podemos esforzamos por llegar a ser capaces de ser cristianos.
17. No juzgue a un hombre por los cuentos de otros.
18. Tenga en cuenta lo que la gente piensa de usted y no lo que dice.
19. Tome la comprensión del Oriente y el conocimiento del Occidente, luego busque.
20. Sólo quien puede cuidar lo ajeno puede poseer lo propio.
21. Sólo tiene sentido el sufrimiento consciente.
22. Es mejor ser temporalmente un egoísta que nunca ser justo.
23. Primero practique el amar a los animales, son más sensibles.
24. Al enseñar a otros, usted mismo aprenderá.
25. Recuerde que aquí no se trabaja por trabajar, sino sólo como un medio.
26. Sólo puede ser justo quien es capaz de ponerse en el lugar de otros.
27. Si por naturaleza no tiene usted una mente crítica, su presencia aquí es inútil.
28. Quien se haya liberado de la enfermedad del "mañana" tiene la posibilidad de obtener lo
que aquí vino a buscar.
29. Feliz el que tiene una alma, feliz quien no la tiene, pero dolor y pena para el que sólo la
tiene en embrión,
30. El descanso no depende de la cantidad sino de la calidad del sueño.
31. Duerma poco sin compunción.
32. La energía gastada en un trabajo interior activo se transforma al instante en una nueva
reserva; la gastada en trabajo pasivo se pierde para siempre.
33. Uno de los mejores medios para despertar el deseo de trabajar sobre sí mismo es el darse
cuenta que usted puede morir en cualquier momento. Pero primero debe aprender cómo
tenerlo presente.
34. El amor consciente evoca lo mismo en respuesta. El amor emocional provoca lo opuesto.
El amor físico depende del tipo y de la polaridad.
35. La fe consciente es libertad. La fe emocional es esclavitud. La fe mecánica es estupidez.
36. La esperanza, cuando audaz, es fuerza. La esperanza, con duda, es cobardía. La esperanza,
con miedo, es debilidad.
37. Al hombre le es dado un número definido de experiencias;
al economizarlas, prolonga su vida.
38. Aquí no hay rusos ni ingleses, judío

¡Con estas faltas de ortografía, adonde iremos a parar!




Bufando de Santa Indignación leo en Internet:

"La peor parte de las críticas se la ha llevado el ministro de Educación, Ignacio Wert, al que acusan de "querer españolizar" el sistema educativo y acabar con el modelo autonómico actual, según Carlos Naranjo, del Sindicato de Estudiantes. "Este sistema nos avoca a la miseria y a destruir todo lo conseguido", 

¿Cómo que "nos avoca" ¿Cómo que nos avoca"?  ¡¡¡Será que nos aBoca, acémila ortográfica!!!

¿Ande bamos a ir a parar con esta hyortographía corrompida, santa madre del konsuelo?

Menos mal que el resto de la noticia es consoladoramente progresista y nos debuelbe la fé en nuestros hestudiantes:

"el ministro de Educación, Mr José Ignacio Worst, ha declarado que no solo no hace falta invertir más para mejorar el rendimiento escolar, sino todo lo contrario. "No porque un Gobierno invierta más en educación tendrá mejores alumnos o trabajadores más productivos". Lo que hay que hacer, ha añadido, es "mejorar el rendimiento escolar en matemáticas, lectura y escritura para que este país aumente su rendimiento económico, lo que es crucial porque permite recortar en educación". Es decir, que hay que mejorar el rendimiento (pero sin inversión) para que se pueda recortar (más). Para ello, ha añadido el ministro, es fundamental "un cambio de actitud de familias, docentes y la sociedad en general": "Que se impliquen más en esta tarea común" y trasladen a los jóvenes que en la etapa de formación "se están labrando su futuro".

.........................................(Ya les vengo adbirtiendo:
 Este Joseignacho Worst es el Payaso encomendado por el Tea Party
 para que, soltando animaladas,
nos entretenga de lo que realmente quieren hacer:
extinguir hasta el menor servicio de socialdemocracia,
 hija ex-purria -¿o espúrea? - del marxismo

¡pero que malos que son, virgen del amparo!







jueves, 11 de octubre de 2012

Aula de prestidigitación: escamoteando lo esencial



¡¡¡Huy lo que ha dicho El Señorministrooo!!  ¡¡¡Huy lo que ha dicho El Señorministrooo!! 

¡¡¡Ha dicho que piensa españolizar cataluña!!! ¡¡¡Clarito, clarito, clarito !!!
Y es más, ¡ ha dicho cosas como "me da igual si son cien o si son cienmil..." las familias castellanoparlantes que...!

Y que si se enseña esto, que si se enseña aquello, y que esto y aquello son malas cosas: que ellos, elpepé, ¡¡¡van a enseñar otra cosa que es la güena! !!!

¡¡Y se ha armao un bollo... un jaleo... un lío...!!!  ¡Hasta Franquista, le han llamao al Senorministro! Ya están pidiéndole rectificaciones todos-todos-todos.

¡Si no es por la valiente respuesta de la ciudadanía y sus representantes, no  sé en qué íbamos a parar!

Pues bien: sin abandonar ni por un segundo a la ciudadanía catalana -que no ha necesitado de los libritos de texto de esta o aquella época para sentirse una nación-, a  mí
me parece que el perverso propósito de la nueva ley de educación
-a saber, quitar ya de una vez tanto "pedagogismo" y proporcionar a nuestras muchachas -en su escuela, a ser posible- y nuestros muchachos -en la suya, como mandan los auténticos valores españolocatolicotridentinofranquísticowertienses- una educación que les habilite para los retos que el mundo actual les exige,
y es que uno preferiría en todo caso una educación para poder hacer frente, en el sentido de Frante Popular, a un mundo actual sumamente, sumamente, sumamente peligroso para ellos...-
el perverso propósito es el de   la vuelta a la educación considerada no como una escuela de desarrollo humano sino como una herrameinta para la trasmisión de currículos. En catalán? En castellano? En bable? De eso ya iremos hablando, pero por ahora, más tasa de alumnos por clase, ...
léanse el post: INFORME SOBRE EL ANTEPROYECTO DE LEY PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA      http://transformareducacion.blogspot.com.es/2012/09/derecho-de-replicfa.html

Por ejemplo, en el 2010, así se abonaba el campo para estos  futuros cultivos -lo tomo del Café de Ocata, que es un blog que me encanta visitar, pero que en algunas cuestiones me parece un montón de barbaridades...

" Los pedagogistas no se cansan de decirnos que los conocimientos se han convertido en un lastre. Como -según nos insisten- en estos tiempos nuestros todo cambia cada vez más aceleradamente, no podemos saber qué conocimientos le serán útiles a un alumno el día de mañana. Por lo tanto, hay que desincentivar el aprendizaje de contenidos y enseñar a nuestros alumnos a aprender a aprender.

Dejemos de lado ahora el hecho de que el teorema de Pitágoras probablemente continuará siendo válido mañana y pasado mañana, como una buena competencia lectora o unos buenos hábitos de trabajo (resistencia a la fatiga, capacidad para mantener concentrada la atención...) , etc. Independienteente de todo esto, parece evidente que para aprender a aprender se necesitan criterios que nos permitan discriminar entre lo superfluo y lo relevante y para ello parece totalmente imprescindible disponer de un conocimiento bastante preciso de las diferentes áreas de saber. A no ser que los pedagogistas dispongan de un saber específico sobre una posible ciencia del saber que no sea ciencia de ningún campo concreto del saber.

Lo relevante, insisto es que los conocimientos han ido perdiendo relevancia en las escuelas (y con ellos la objetividad del saber y la misma ética del trabajo intelectual) frente a la pujanza de la santísima trinidad de la creatividad (como si hubiese una creatividad general que una vez adquirida lo mismo sirviese para ser creativo en pintura que en gastronomía, literatura o matemáticas), el pensamiento crítico (que es el pensamiento ajeno que coincide con el nuestro) y la autonomía (que es la capacidad para asumir como verdaderas las tesis que defienden la autonomía)".





martes, 2 de octubre de 2012

Un texto de Claudio Naranjo

Un manifiesto en verso libre por el cambio global de la educación


Estoy convencido de que la educación será nuestra mejor esperanza,
pero de ninguna manera la educación que tenemos.
Tenemos una educación para que nuestra próxima generación se nos parezca,
pero nos urge tener una educación que nos ayude a evolucionar
–personal y socialmente-
para que podamos así dejar atrás nuestras plagas.

Más específicamente, necesitamos una educación para trascender la mentalidad patriarcal,
raíz de casi todos nuestros problemas colectivos
y meollo de nuestra siempre más grave problemática:
una educación que nos inste a dejar atrás modos de pensar y vivir peligrosamente obsoletos.

Cada vez se nos hace más evidente que nuestra vida civilizada surgió como respuesta al reto
de un hecho cataclísmico en la historia de la tierra:
el calentamiento y la desertificación
que sucedieron al fin de los glaciares y de las inundaciones de su deshielo
durante nuestra tardía prehistoria.
Los territorios del actual Sahara, el cercano Oriente, y las estepas rusas
fueron un día un oasis verde
que constituyó algo así como un jardín del Edén
para nuestros antepasados
hacia el fin de nuestra última era glacial,
Se piensa hoy que, con el calentamiento y el menor rendimiento agrícola de estas tierras,
la adaptación de sus habitantes a la vida sedentaria dejó ya de servirles,
y éstos, para poder sobrevivir,
no sólo debieron volverse nuevamente nómadas,
sinó que nómadas depredadores
violentos e insensibles.
De tales nómadas somos nosotros los descendientes,
pues tales “bárbaros” fueron aquellos que conquistaron, invadieron“civilizaron” o reemplazaron
las poblaciones antiguas de Europa, India y el lejano Oriente.
Decía Gurdjieff que los problemas de la humanidad derivan de que los seres humanos,
siendo tri-cerebrados, no consiguen conciliar sus tres cerebros,
y ha descubierto la neurofisiología un cuarto cerebro
—la corteza prefrontal—
que por su función integrativa respecto al intelecto, la emoción y la instintividad
pudiera decirse que es el asiento de la humanidad propiamente tal.
Decía Tótila Albert que los problemas del mundo derivan de la desarmonía entre nuestras tres personas interiores.
Gran parte de mi trabajo ha sido inspirado por las ideas de Gurdjieff y de Tótila Albert,
quien, yendo un poco mas allá de Bachofen,
(historiador suizo que descubrió el matriarcado a fines del siglo XIX),
planteaba que nuestra historia ha atravesado por una etapa de nomadismo original “filiarcal”
(en que dominaron los valores de la juventud y la instintividad animal),
luego la etapa “matriarcal” del temprano neolítico
y finalmente la era patriarcal, iniciada hace unos seis mil años.
Planteaba también que estas tres formas de vida fueron la respuesta a las situaciones traumáticas del momento,
y que ya es hora en que nos tornemos en hombres completos,
en cuya vida familiar, valores culturales y sobre todo mundo interno
se establezca un “abrazo a tres” entre Padre, Madre e Hijo.

Entreveía una era “de los tres”
más allá de la sociedad patriarcal;
pero pensaba que solo podría ser alcanzada tal sociedad sana
a través de la realización de la plenitud “trinitaria” en el corazón de muchos
--lo que entrañaría algo así como un cruce  colectivo de un ‘Mar Rojo” de la consciencia:
un proceso de búsqueda, sanación e iluminación colectivas del que dependerá que dejemos atrás nuestra condición crítica.

Tótila Albert hablaba de una integración entre padre, madre e hijo
en nuestra “familia interior”,
pero yo he traducido su lenguaje de las tres “personas interiores”
a uno que contempla tres
amores:
el
eros o amor-goce, que se expresa en el amor a sí mismo y ejerce la libertad en la búsqueda de la felicidad,
el
ágape, benévolo y materno, que subyace al amor al prójimo,
y el amor-respeto o
philía, que  deriva del amor del niño hacia el padre.

En
“La civilización, un mal remediable” expliqué la “mente patriarcal” como un desequilibrio
en el cual se ve exaltado el amor-respeto
(que mira hacia los padres, las autoridades y los ideales), que
ha eclipsado y falsificado el amor materno
e inconscientemente criminalizado el
eros.
Por ello, vengo proponiendo una “educación trifocal”
dirigida a las partes “padre”, “madre” e “hijo” de nuestras mentes.
He sugerido, también, que a la actual educación eminentemente intelectual
que ofrecen hoy en día nuestras escuelas,
se incluya una “educación del corazón”,
y que no se olviden el aspecto emancipatorio de la educación
o su relevancia a la felicidad (inseparable de la salud y de la virtud).
También me parece evidente que la educación
(más ocupada ahora en pasar exámenes que a comprender el mundo y la vida)
debe ayudar también a la gente a conocer su mundo interno y no solo su mundo exterior
y que con ello debe dejar de lado su orientación excesivamente tecnológica.

Pero para que la educación llegue a ser así
es evidente que necesitaremos formadores especialmente preparados.
Y será vital para la transformación de la educación, así,
la transformación de los educadores
a través de un proceso educacional mucho mas amplio y profundo que el proporcionado por las actuales escuelas de pedagogía.
Además, para que pueda haber tal formación de formadores
que se ocupe de proporcionar aquellas competencias que “Salamanca non presta”,
será necesario un método de educación transformadora eficiente y rápido.
Y  es éste, diría yo, mi más significativo aporte a la posible transformación de la educación.

Años atrás me sentía como un campesino de cuento de hadas
que, después de mucho tiempo de cultivar los frutos de su tierra
experimentando con toda clase de híbridos,
se encuentra con algo así como un tesoro:
una planta cuyo jugo
pudiera matar el dragón
que esta asolando la comarca.
De pronto me ví habiendo inventado (casi sin quererlo)
lo que hacía falta
para una transformación rápida y masiva de la educación en el mundo occidental.

Sin ignorar el hecho que la educación ha sido una de las más retrógradas
de nuestras instituciones,
albergaba la loca esperanza
de que pudiera hacerse el milagro.
Pues parecía hacerse obvio que nuestra salvación depende de un cambio de consciencia
y que solo la educación podría permitirnos inducir masivamente
tal cambio evolutivo en el mundo.

Proponía que está en nuestras manos llegar a educar seres más sabios, benévolos y libres de lo que nosotros hemos sido
 y dejarles la tierra por herencia a nuestros hijos
a través de un acto que nos haría salvadores de nuestra especie.

Hablaba para todos
porque la comprensión compartida por todos tendría un poder
determinante para cómo las cosas se desarrollasen.
Pero ya no me siento como uno que puede decir que es posible transformar
la mente patriarcal por medio de la educación.

Me parece que, más bien,
tal transformación
podría ser posible”.

Pues hay resistencias,
¡y qué resistencias!
Ni son muchos quienes quieren el cambio de la educación entre los profesores,
cansados, desmotivados, decepcionados,
e insuficientemente dispuestos a arriesgar sus puestos,
ni parecen quererla los ministerios,
según ha estado siempre a la vista
a pesar de innumerables comités para la reforma.
No la esperan ya los estudiantes,
no interesa a los que dictan políticas educacionales
y menos aún parece quererla el espíritu del imperio comercial global, al
que sólo parece querer que se pueda seguir repitiendo “business as usual”.

Así, digo ahora más bien
que tenemos la visión, la metodología y hasta la estrategia,
pero
no podemos decir que la educación pueda cambiar;
sólo que
podría cambiar
si llega a haber suficiente voluntad política
a través de la maduración de la conciencia de los poderosos;
o si llega a haber suficiente claridad
y consenso
en la opinión pública
de cuya legitimación
—más tarde que temprano –
todo depende.



Le hablo a las autoridades que tal vez algo pueden hacer en vez de rendirse al imperio comercial pseudodemocráticode Mamón. Les hablo a los profesores porqué instándolos a que dejen atrás su resignación depresiva y se hagan agentes de un gran sueño. Les hablo muy especialmente a los potentados anodinos cuyo despotismo oligárquico se oculta tras la máscara de un supuestamente benigno y democrático despotismo del mercado; y les hablo muy especialmente a los funcionarios de los grandes organismos del comercio global, con la esperanza de  comprender colectivamente como no sólo nos convendría a todos, sinó a ellos mismos, cumplir con la responsabilidad que nos cabe de velar por el rumbo de nuestra nave espacial Tierra.


Claudio Naranjo