lunes, 26 de abril de 2010

transformar la educción para ransformar el mundo, ...pero ¿cómo?

"Yo no veo cómo se puede transformar la educación sin tocar la intimidad, la conciencia de los educadores:
no a través de palabras, no a través de planteamientos espirituales
sino a través de una experiencia viva.
La formación de educadores es la clave.

La transformación tiene que abarcar más allá del currículum;
tiene que abarcar una redefinición de los fines de la educación,
que hasta ahora es más “enseñanza” que “educación”.

Me refiero a que se piensa que enseñar a leer y escribir sea educación;

ya se ha perdido incluso
la noción de que son meramente medios
y que el objetivo de la educación tiene que ver con la persona entera,

con llegar a ser seres completos.

De modo que me parece que a lo que puedo aspirar yo
es a tocar profundamente a una minoría de educadores
para que ellos sean luego un fermento
que vaya luego a afectar el sistema".

Palma de Mallorca: IV Jornadas de educació Integral.



IV JORNADA D’EDUCACIÓ INTEGRAL

PALMA DE MALLORCA, 17 DE ABRIL DE 2010


Este año hemos convocado la 4ª edición de una Jornada Balear d’Educación Integral, esta propuesta nació en 2007 con la intención y objetivo de dar a conocer las propuestas y la obra de Claudio Naranjo para el mundo de la Educación y para los educadores, maestros y profesores.

Todo un grupo de voluntarios entusiasmados que ha pasado en su mayoría por los SATs se han volcado en la organización y en el desarrolllo de los talleres , charlas, y diversas tareas y preparativos.

Este es el tercer año que el ICE (Institut de Ciències de l’Eduació) nos acoge en sus instalaciones en un antiguo edificio histórico de la UIB (Universitat de les Illes Balears), es un honor poder contar con ese apoyo y colaboración. Su director, Lluís Ballester ha inagurado también este año la Jornada haciendo hincapié en el hecho de que repetir un evento educativo por varias ediciones y que siga atrayendo público interesado y entusiasmado no es fácil en el mundo de los educadores. El ICE también en colaboración con la Conselleria de Educació i Serveis Socials nos ha facilitado la homologación de esta actividad para los profesores.

Este año hemos contado con la participación de Asunta Hormaechea abriendo con una interesante charla sobre el programa SAT, la educación y las aportaciones de los conocimientos sobre los hemisferios cerebrales en el aprendizaje. Magdalena Durán, mallorquina pero residente en Barcelona, también nos ha aportado su presencia en la mesa inagural. Hemos podido escuchar con ella de primera mano los aportes del programa implementado en Barcelona entre los profesores:
Obrir el Cor. Programa por el cual se han mostrado interesados desde el ICE. Por último nos acompaño un corte del video de Claudio Naranjo, La educación trifocal, hablando sobre la educación y su proyecto.

En el programa podéis revisar todas las propuestas de talleres, así como los diferentes facilitadores y ponentes.

Contamos con la participación de casi 50 personas, creemos que la mayoría maestros y profesores, este dato lo sabremos en los próximos días. También próximamente tendremos los resultados de las hojas de evaluación que entregamos al final de la Jornada.

En el cierre de la Jornada tuvimos interesantes devoluciones y comentarios. La mayoría favorables a dar más énfasis a esta propuesta de educación integral de la persona y a poder dar herramientas y espacios para que el profesor crezca como persona y esta sea el principal recurso para su labor educativa.

Queremos agradecer especialmente a cada uno de los voluntarios que han hecho posible la Jornada: Xavier Delgado, Fernanda Martinez-Viademonte, Beni Salva, Joana Bergues, Teresa Garau, , Mª Esperança Riera, Raquel López, Carolina Medeiro, Mariona Ribas, Marisa Mayrata, y tantos otros que han ido colaborando a lo largo de estos años.


Assumpta Mateu
Palma de Mallorca, 23 de abril de 2010

sábado, 24 de abril de 2010

Evento en Elche

Se celebrarán en Elche estos treceavos encuentros de atención a la diversidad. la Fundación Claudio naranjo se hará presente a través de Anna vera y Cristina puga el sábado por la mañana. Pero hay muchísimo más: aquí os dejo el enlace al programa:
http://diversidadelche.org/es/index.php

Jueves 6 de mayo
LAS CLAVES EDUCATIVAS EN JÓVENES Y ADOLESCENTES EN RIESGO DE FRACASO ESCOLAR
Viernes 7 de mayo
LA FAMILIA, ESCUELA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN COMO AGENTES EDUCATIVOS EN LA DIVERSIDAD DE UNA SOCIEDAD EN CAMBIO
Sábado 8 de mayo
COMPETENCIAS DOCENTES ANTE LA DIVERSIDAD. TALLERES
10.45: EXPERIENCIAS. Auditorio
SALA 2. Sala de conferencias: Aprende a ser.
Ana Vera y Cristina Puga. Fundación Claudio Naranjo.
Modera: Feliciana Berbell Torrecilla. Responsable de la asesoría de Educación
Primaria. CEFIRE de Elche.
CEFIRE d'Elx. Centro de Formación, Innovación y recursos educativos.
Avinguda Mestre Melchor Botella, 10. 03206 Elx.
Teléfono: 965 46 23 12 Fax: 966 67 50 47


jueves, 22 de abril de 2010

comentario al "burocratés" II II



El artículo acerca del Burocratés, motivó varias respuestas, que se pueden encontrar en la sección de "comentario", al pié del propio artículo. A fin de que sean más accesibles, las estoy editando un poco a mi manera: primero, la carta por alusiones de Anna vera, y ahora una selección de lo demás. Allá vamos:


Querido Claudio;

Soy uno de los observadores del citado curso, y estoy muy sorprendido por tu reacción a una de las propuestas surgidas de la reunión de valoración del curso, semejante a otras opiniones, a mi humilde entender desproporcionadas y dura-condescendientes. Ciertamente la expresión “adaptar al lenguaje pedagógico” fue desafortunada por imprecisa o inadecuada, y sorprendentemente cubrió de una espesa niebla dicha reunión y no dejo a los asistentes ver mas allá de un palmo de nuestras respectivas narices. Lo que yo intentaba decir es que podía ser útil para los asistentes, -educadores en este caso- adaptar los contenidos del curso a la practica en el aula para facilitar la comprensión y la identificación con los términos, que como bien dices pueden resultar extraños o poco habituales en su practica diaria.

Aprovechado el ejemplo del Amor, no se trata de traducir al “Burocratés” la palabra, sino de ponerla en un contexto especifico que en este caso es el del aula. El “Gestaltés” puede ser fácilmente integrado, aplicado y entendible si lo contextualizamos. ¿Que problema hay en hablar-trabajar del Amor en el aula o en el centro escolar? ¿que problema tenemos con la flexibilidad? No hay que romper nada, sino adaptarnos al contexto en el que queremos ser escuchados y entendidos. Amar en primera instancia y confiemos en que desde ahí el solito sera capaz de Amar también a sus vecinos a sus hijos a su familia y a todo lo que le rodea, porque estoy convencido de que cuando la luz del Amor entra en nuestra casa ya no hay quien la oscurezca. Que mas da por qué ventana entre.

Resumiendo: El Amor es el Amor y estoy de acuerdo con que no se tiene que ir con eufemismos y esta genial llamar a las cosas por su nombre; simplemente vayamos a la escuela con todo nuestro amor.


Saludos. Empiezo a escribir este texto con decepción (y miedo, también). Tengo relación directa con las personas que han organizado y observado este curso de “Educar per obrir el cor” y soy profesora de secundaria. He visto la valoración del curso por parte de los asistentes y me ha llegado la sensación de apertura y de entrega al aprendizaje y al autoconocimiento. Por otro lado he visto el abandono del curso y la incomprensión de algunas actividades, no por ser malas propuestas ni mal planteadas sino por desconocimiento del objetivo a trabajar y por el alejamiento del lenguaje (entre otras cosas, claro).


No hace falta hablar más de la ignorancia del colectivo educador en lo que se refiere a procesos de desarrollo personal, en la poca consciencia de la responsabilidad que tenemos con nuestros alumnos y con nosotros mismos, en la poca formación en general y en la prepotencia que nos caracteriza al defendernos de nuestra ignorancia haciendo como si “ésto ya lo sabemos”. Yo he escrito en este mismo blog sobre el asunto. Estoy decepcionada con lo que leo en la carta de la traducción de las formulaciones terapéuticas al lenguaje pedagógico. No sé en que comentarios o informaciones se apoya la idea de la necesidad de esa traducción. La justificación o explicación de porqué no se debe “traducir” (aún compartiendo que no hay que traducir nada) me parece pobre, y de un nivel que no corresponde a la categoría de una persona del peso y de la autoridad que tiene Claudio Naranjo entre los educadores que hemos estado en el programa SAT. Me parece que se da por sentado que los educadores pedimos ésa traducción; pero las personas que estamos alrededor de este curso no hemos hecho esta demanda. Lo que nos interesa es que el programa SAT o cualquier otro tipo de formación despierte en el colectivo educativo una posibilidad de mirar distinto y verse a él mismo y a lo que le rodea (alumnos, familias, y el mundo en general) de una forma más responsable y comprometida. Yo pienso que la distancia entre las formulaciones terapéuticas y el lenguaje pedagógico, a menudo, es demasiado grande lo que no significa que haya que “traducir” a ningún lenguaje burocratés. Lo que propongo es un acercamiento de los dos “pequeños mundos”. Tan grave es cerrarse en el lenguaje terapéutico como en el lenguaje pedagógico y con la base del Amor habrá seguro formas compartidas que no sean necesariamente un acomodamiento en el sitio del educador. Todas las personas nos acercamos al desarrollo personal desde lugares distintos, nos une la motivación para aprender y mejorar pero también hay etapas de miedo y de inseguridad que luego nos llevamos al aula: ¿Qué problema hay en empezar planteando propuestas a partir de escenas en el aula?


¿Qué problema hay en hablar de responsabilidad para mejorar y no de culpabilidad por ser
como eres?


Me cuesta mucho imaginar que las formulaciones terapéuticas basadas en el Amor no puedan encontrar puntos de encuentro con el lenguaje pedagógico. Se me ocurre pensar que quizás, a quienes hayan diseñado el curso y las propuestas no les importe si están trabajando con educadores o con otros colectivos ;y que haya poco interés en el acercamiento por acomodamiento a “lo terapéutico”.


Estaría de acuerdo en que según el objetivo a conseguir habrá que acercar o no, adaptar o no los distintos “mundos” y que mejor no generalizar pero en este caso hablamos de un curso concreto y de unas valoraciones concretas.


Un abrazo,N.B.






Anónimo dijo...
... yo creo -que las creencias son libres- que Claudio aprovechó que el Pisuerga pasaba por Badalona para decir cosas que llevaba tiempo con ganas de decir; y no referidas solamente a la problemática con la educación, sino a los males del mundo en general; a los eficacísimos filtros burocráticos y seudocientíficos y ortodoxísimos y etecé etecé con los que él, como cualquiera que señala grietas estructurales severas, ve refrenados sus esfuerzos por hacer luz en medio de tanto caos.

Si lo descontextualizas un poco y lo pasas, es un suponer, al terreno de la psicología -donde, por ejemplo, el concepto mismo de "neurosis" está siendo expulsado de los conceptos "respetables" para ser sustituido por el muy orondamente burocrático de Trastornos, con su manualito de diagnosis indisolublemente unido-, entenderás lo que quiero decir; y como eso, mil muestras más de lo activamente que se amputan todas y cada una de las propuestas que quieren solamente decir que el Emperador está desnudo!... "que sí, que sí..., pero no se dice desnudo... sino que revestido de su adanidad esencial, y que por triplicado y con el certificado de grado de una universidad católica2, qué sé yo... a mi más me suena a esto que a nada.

Y eso seguramente ya lo dijo, qué sé yo, Johnatan Swift en el Gulliver, pero merece ser dicho en cada generación mientras dure la cosa...me parece a mí...


hablar de amor dónde no hay amor?

Hablando de lo que hay. Es decir, de su CARENCIA y de cómo ésta perjudica a la Educación en el amor. Me parece con un lenguaje que predominen más las imagenes (más abierto al inconsciente -no sólo personal sino también colectivo-). Algo así como el Charles Chaplin con TIEMPOS MODERNOS que tanta luz dió al ANIMAL DE LA PRODUCTIVIDAD; aunque puesto al día, con relación a las dificultades que se experimentas/encuentran los profesores que llevan un trabajo transformacional con esa máquina, esa burocrácia, como viven esa caída los angelitos niños.. Cómo una obra de teatro, de cine, de documental... que alterne el sentido del humor (el poderse reir de lo vendido del alma al diablo) con toques de trágico (de la tragedia de todo eso). ¿O acaso no se empieza en el SAT por trabajar la pasión para poder acercarnos a la virtud? ¿Porque tendríamos que acercarnos a lo pedagógico desde primero la virtud (como el amor) y no desde sus pasiones?









miércoles, 21 de abril de 2010

Nueva web de la FCN


La nueva página Web de la Fundacion Claudio Naranjo está ya accesible en Internet.
En www.fundacionclaudionaranjo.com

Ójala sea útil.

Es la hora, de mirar al pasado, recordar y agradecer.


Es este el tercer capítulo de un proyecto que se inició hace cinco, seis años... Por entonces el organismo de trabajo del proyecto de Claudio para la educación se llamaba AEDEA. En una
de las reuniones de supervisión, decidimos dotarnos de una página Web. En aquella primera página colaboraron Concha Santiesteban, que armó la parte cibernética, y la gente de Vitoria: Rocío Salazar, en todos y cada uno de los campos; Ana Escoda y Ricardo Alvarez, con la presentación y el diseño, Mireia Arregui...

Con el paso de AEDEA a Fundación Claudio Naranjo , aquella página quedó chiquita y obsoleta. Se encargó entonces a 3Fera, de Barcelona la realización de un proyecto mucho mayor. Entraron en escena nuevos colaboradores:. Marta Gazzari, desde Chile, y Robert Bragg, desde California, aportaron su experiencia y sus consejos para encauzar el proyecto y evitar resbalones inútiles.

El gran Victor Fortuny, en estrecha colaboración con Manuel Cuesta, de 3fera, se llevaron la parte del león. Y Xavier Gordillo, David Magriñá, Juana Gallardo, Vicens Olivé, ...

Coincidieron una etapa de nuevos proyectos y necesidades con otra de desagradables problemas en la Red, y de nuevo la página emigró. La tercera estación es esta que ahora vemos. Claudia Lopez, que asumió durante un tiempo la secretaría técnica de la Fundación , buscó un nuevo proyecto y señaló hacia Metaverso y Fusión Creativa, de Barcelona; Metaverso colaboró y se retiró elegantemente cuando quedó descartado y Fusión creativa asumió el encargo; 3Fera facilitó el trasvase de la óptima manera. Robert Bragg y Marta Gazzari volvieron a guiar
la nave, y se encargaron además de conseguir y procesar las mejores imágenes de la escultura “La Tierra” de Totila Albert. Anna Vera aportó sus conocimientos y su brío, y creó una vivaz herramienta informática de intercomunicación que nació para coordinar el Congreso de eneagrama de Pilas. Maria Grazia Cecchini dobló sus tareas como patrona con las de traductora al italiano, y Asunta Hormaechea hizo lo mismo doblándose a traductora de portugués.
Desde Fusión creativa, Dardane Gonzalez ha llevado la coordinación de los trabajos con un tacto excepcional para optimizar la comunicación . Mónica y Chanti Parmentier , desde la secretaría de la Fundación, hacen ahora lo que en tiempos de la AEDEA hacía Rocío Salazar: Absolutamente todo. Y, last but not least, Eduardo Guedes, que subió a bordo hacia el fin del trayecto para cubrir una tarea menor pero, una vez a bordo, asumió con gran brío trabajos de revisión, y puesta a punto y resultó ser el práctico que la nave de la web necesitaba para llegar finalmente a puerto.
Yo mismo, Francis Elizalde, he sido delegado por Claudio para dirigir el proyecto en cada fase.

A todos
-y pido mil perdones por cualquier olvido involuntario-,
en nombre de todos,
nos doy
cordialmente
las gracias.

Comentario al artículo del "Burocratés" 1

Apreciado Claudio

Quiero aprovechar la oportunidad que me brindas en tu articulo para expresarte qué es
lo que significa para mí, así como para aquellos docentes con los que lo he comentado,
el lenguaje pedagógico.

Por supuesto, creo que actualmente la mayoría de educadores estamos de acuerdo en diferenciar el lenguaje administrativo del propiamente pedagógico. En efecto, para casi todos nosotros, el burocratés (término que encuentro muy acertado) es un lenguaje muy poco apto para transmitir conocimientos y vivenciar, y sirve efectivamente a una estructura social que va más bien en contra que a favor de nuestra vocación.

Pero el lenguaje pedagógico, tal como lo entendemos propiamente, va mucho más lejos,

y nos viene de una tradición muy larga, aunque tristemente casi nunca ha sido recogida por las instituciones. Ya Platón, en el Fedro, diálogo que algunos han leído como un manifiesto del filósofo acerca de la educación, exponía como tesis principal que no es posible la educación sin la transmisión amorosa entre maestro y discípulo (máxime en su invectiva contra la palabra escrita). Ejemplos más recientes y prácticos de este enfoque los encontramos en excelentes pedagogos como Rosa Sensat, Montessori, Ferrer i Guàrdia, y muchas más personas que han visto la necesidad de acercarse al alumno no desde la instrucción sino desde el corazón.

Es aquí donde creo relevante poner de relieve una distinción fundamental para todo pedagogo: la que existe entre la instrucción y la educación.

La instrucción está relacionada con la educación, pero no son lo mismo. La instrucción está relacionada con el pensamiento y la educación está relacionada con los sentimientos. La instrucción se relaciona con los conocimientos y habilidades. La educación se relaciona con los valores y actitudes.

Para lograr ambas cosas el docente debe conocer bien a sus estudiantes, debe dominar bien lo que el alumno sabe, lo que sabe hacer, cómo es, cómo piensa, cómo siente y sobre todo, lo que puede hacer, ya sea por sí mismo o con ayuda...

Este es por supuesto un poco el “lenguaje pedagógico” usado por la administración, pero como bien dices, el cambio debe ocurrir en los propios docentes. Si ellos no se transforman, ciertamente no es desde el lenguaje que ocurrirá algún cambio.

En cierto modo, por “el lenguaje pedagógico” como tal, se puede entender una jerga que los profesionales de la educación utilizan para referirse a conceptos específicamente de pedagogía, como estrategias, didáctica, evaluación, exámenes, secuencias, tareas... y que es el utilizado para dar forma a lo que las administraciones educativas han determinado para al curriculum escolar.

Pongo algunos ejemplos mas de este lenguaje que podemos encontrar en las administraciones educativas: se define al docente como el que debe educar, mas que instruir, no son solo impartidores de asignaturas, sino ante todo, formadores de personas.; la educación integral es la mas importante...

Pero volviendo al tema que me ocupa, quiero subrayar que en mi opinión el lenguaje de las emociones, los sentimientos, la conciencia,... no forma parte exclusivamente del mundo de la psicoterapia, ni exclusivamente del de la educación, sino que está imbricado con la experiencia humana, que está en evolución continua, y lo está cada vez de forma más visible.

Cada día se me va haciendo más patente la distancia que existe entre el mundo de la terapia y del educativo, y de cómo esta juega en contra de sus afinidades naturales y del objetivo que, en mi opinión, muchos de nosotros queremos alcanzar. Es la misma distancia que puede llevar a un educador bien formado a considerar que todos los psicoterapeutas son como un psicólogo clínico que dedica quince minutos a una persona maltratada en un servicio de urgencias, y que a parte de la carrera universitaria nunca ha vivido un proceso de transformación auténtico.

Es necesario acercar ambos mundos, porque la vivencia subyacente es la misma.

Conceptos como “Amor” y “Espiritualidad” están tan unidos al mundo educativo como lo están al terapéutico, porque forman parte de la misma vivencia, sólo que tanto terapeutas como pedagogos, según su propia trayectoria, tendrán más o menos éxito en transmitirlos a los demás. Vale decir que el terapeuta sí puede ayudar al educador a vivenciar todo aquello que transmite en su práctica educativa.

Es en este sentido que creo que un pedagogo está ya dotado del lenguaje necesario para poder transmitir su conciencia a sus alumnos. Es sólo que a menudo le falta una vivencia real de un lugar distinto desde el cual transmitirla, y que es aquí precisamente, en hacer hincapié en la vivencia, donde la transformación de la educación es posible.

Difícil tarea es dar formación para reconocernos como seres humanos, personas, ser persona y el amor forma parte de este lenguaje cuando se habla de las capacidades de amar concretadas en saber escuchar, comprender, compartir, admirar, respetar, expresar, sentir... ¿A quien? A los alumnos, a los padres, a los compañeros...

Por ello puede ser posible acercarse al educador, dando significado a su práctica educativa con el propio lenguaje del destinatario, y darle la posibilidad de que conozca una nueva dimensión de ella, como por ejemplo el mundo interior y la transformación.

Pero para no alejarme de lo que significa vocabulario pedagógico, retorno a la actual práctica educativa en la que enseñar significa comprometerse a mejorar la vida de los demás. Es ante todo una cuestión de amor. Es llegar al corazón, comprender e interesarse en el alumno como persona. Es hacer que aquello que es difícil parezca fácil. Y si el docente no es persona, porque nunca se ha sentido conducido ni se le ha enseñado a acceder a su mundo interior amándose a si mismo, difícilmente lo hará en su mundo laboral. Es por ello que tal vez tomando esas situaciones que cada día afronta con el alumno, como base de partida a sentirse, mirarse, pensarse..., el educador puede tener la oportunidad de redescubrir su vida y así mejorar su contacto con los demás.

Muchos docentes se acercan a la formación como lugar donde recibir conocimientos científicos, didácticos, curriculares... y me parece bueno que se encuentren con una formación llevada a cabo en un lenguaje comprensible y contextualizado con su práctica pedagógica, que les ayude a abrirse a un mundo interior y a un proceso de transformación personal, a veces inconcebible para ellos, pero cada vez más claramente necesario.

Y no cabe duda que este proceso de transformación se inicia en cursos de formación especializados en crecimiento personal, auto-conocimiento..., que como tales tienen sus propios conceptos y experiencias expresados en el lenguaje propio de la transformación.

Este lenguaje, ellos, lo podrán acercar después a su practica diaria.

Pero una cosa es contextualizar lo que queremos transmitir, adaptándolo a la realidad cotidiana propia del profesor (su día a día en el aula, en el claustro, a los vínculos afectivos que éste pueda crear con sus alumnos, con los compañeros de trabajo, con los padres...)

y otra muy distinta es entender que esto equivale a usar un lenguaje distinto, porque las ideas que terapeutas y educadores usamos surgen fundamentalmente de una misma realidad humana.
Para acercarse al mundo de la educación, es fundamental conocerlo y apreciarlo en su medida justa. Igualmente, para acercarse al mundo terapéutico, es necesario también apreciarlo y conocer su potencial. De esta forma, acercando el educador al terapeuta, y el terapeuta al educador, se da un punto de encuentro que redunda en beneficio de todos.

Anna Vera.

20 de abril de 2010

viernes, 2 de abril de 2010

¿Traduttore =Tradittore? una pregunta en voz alta...

Acerca de la propuesta de traducir nuestras formulaciones a un lenguaje pedagógico.

Hace poco me dio Anna Vera la noticia de que algunas personas que están asistiendo al nuevo curso intitulado “Abrir el corazón” (que ella me propuso diseñar poco tiempo atrás) están traduciendo lo que allí se propone a un lenguaje pedagógico. La propuesta parecería lógica, práctica y coherente con el precepto mahometano de “hablarle a cada uno en su lenguaje”.
No he visto aún los resultados, que sinceramente me interesarán, pero aún antes de ello quiero aprovechar la ocasión de comentar que el tema de “traducir nuestro lenguaje al burocratés” es uno que hace mucho tempo vengo sintiendo necesario hacer explícito.

Para comenzar, pregunto: ¿será tan válido como parece este intento cuando la práctica pedagógica del mundo occidental contemporáneo encarna (a pesar de algunos grandes educadores) una cultura limitada y limitante?
Parecería que el lenguaje pedagógico que describe tal práctica pedagógica constituye un léxico poco apropiado para describir el tipo de cosas que nos interesa llevar a la educación porque la actual práctica educativa no las incluye, justamente para así ampliar sus horizontes.

Pongamos por ejemplo el tema de amor. Demás está decir que “amor” no es un término que esté incluido en el léxico pedagógico contemporáneo. Apenas aparece, además, en el vocabulario científico. En vista de ello, se supone que cuando pretendemos que se deba educar a las personas para que “desarrollen una mayor capacidad de amar”, deberíamos procurar traducir la palabra “amar” en este enunciado a algún término que sí esté en circulación en el lenguaje académico-burocrático.

En verdad, es hasta cierto punto posible lograrlo, hablando, por ejemplo de altruismo, de solidaridad, empatía, etc. Y también es cierto que conviene no abusar de palabras demasiado utilizadas en el pasado en el contexto de una ideología religiosa. Pero cuando la palabra más apropiada para un aspecto tan importante de la vida humana como el amor se vuelve un verdadero tabú, y se pide traducir “amor” a un “lenguaje pedagógico”--¿no debemos reconocer en ello un síntoma de cierta ceguera?

O consideremos el caso de la palabra “espiritual”. Un sociólogo francés me decía un par de años atrás que debería eliminar yo esta palabras de mis escritos, ya que no está bien vista en los ambientes académicos. Y no pongo en duda de que no está bien vista en el mundo académico francés, donde “esprit” ha venido a significar, ya una modalidad particularmente francesa del humor, o un término vago y de contenido discutible que es parte del léxico dogmático y “sectario” de las religiones. Pero no sólo las religiones son espirituales, sino las artes, y muchísimas personas que no se consideran religiosas; y la espiritualidad más valida seguramente es aquella que no se afirma en creencias.

Y es que hay muchas cosas que, vistas desde fuera como ideologías discutibles, son en el contexto de las escuelas o prácticas espirituales algo comparable a la propuesta que se le hace a las personas de mirar las cosas de tal o cual manera para así acceder a ciertas experiencias. Algo como: “mira desde este ángulo y verás cómo puedes atravesar este obstáculo” O: “considéralo de esta manera y verás como se te abren ciertas puertas”.
Idries Shah proponía el concepto de “concepción constructiva”, y como ejemplo de ello podría servir un pasaje del famoso cuento sufi de Mushkil Gusha en el que un leñador, en un momento de gran necesidad, escuchó un día en el bosque una voz que le ordenó cerrar los ojos, e, imaginando ante si una escala, asceder por ella. Así lo hizo y de esta manera el pobre leñador pudo llegar a un mundo mágico en el cual encontró un tesoro que pudo traer de vuelta a su casa, convirtiéndose en el hombre mas rico del país.

“Dios” es solo una entre las varias palabras posibles para describir una actitud ante el mundo que reconoce una dimensión misteriosa detrás la realidad aparente, y que reconoce, también, que cuando se adoptan ciertos “pensamientos mágicos” se puede acceder a través de ello a ciertas experiencias, capacidades y incluso oportunidades especiales. Todo ello podría a su vez compararse a cómo funcionan en las matemáticas los números imaginarios: no pertenecen “al mundo” como los número positivos o negativos, pero con ellos se pueden realizar cálculos extraordinarios y comprender el mundo de mejor manera.

Pero me he alejado tal vez demasiado de la propuesta de que se traduzca el vocabulario que hasta ahora vengo usando (en vista de su particular efectividad para describir y cultivar un proceso de transformación)
al vocabulario pedagógico en boga. Ciertamente seria diplomático hacerlo, y pudiera servir para interesar en lo “transformacional” a quienes hasta ahora sólo se interesan en lo “pedagógico”. ¿Pero a qué costo?

Lo veo como un “caballo de Troya”; es decir, algo que les haga sentir a las autoridades del mundo educacional que, al parecernos a ellos en tal lenguaje, somos personas válidas, y tal vez que estamos suficientemente de acuerdo con ellas como para que no deban preocuparse de que les vayamos a “revolver el gallinero” (como decimos en Chile).

Pero por cierto que sea eso de hablarle a cada uno según su lenguaje, una cosa es traducir del sánscrito al tibetano y otra muy diferente traducir de un lenguaje “dharmico” al burocratés; pues no es cierto que un lenguaje apropiado a la realidad del mundo interior y al proceso de su transformación sea traducible al lenguaje empobrecido de la práctica pedagógica; y tomarse demasiado en serio tal propósito llevaría inevitablemente a distraernos de lo que tenemos que decir, además de olvidar la importancia que deberíamos también darle a la transmisión de una serie de conceptos y experiencias que fácilmente podrían ser desvirtuados por el empeño de asimilarlos a una terminogía inadecuada.

Me parece que debemos procurar, en lo posible, hablarles a los educadores en términos comprensibles, pero sin perder de vista la necesidad de enseñarles el lenguaje que les falta, pues la limitación del lenguaje perpetúa la ceguera, y no sólo la educación peca de ignorancia respecto al mundo interior de las personas, sino que tal ignorancia es propia de la cultura en que vivimos, que la educación sólo se ocupa en reproducir.


Claudio Naranjo, Abril 2010