miércoles, 25 de marzo de 2009

Caracter, Neurosis y Ego profesoral

¿CÓMO ENSEÑA Y APRENDE EL CARACTER? 1 y 2, en REVISTA ALCIONE


http://www.alcione.cl/nuevo/index.php?object_id=207

Un artículo sencillo e interesante que me hizo llegar Itziar Martinez . Se encuentra en la revista digital Revista Alcione, que es una página creada en Chile, que se esfuerza en ofrecer información valiosa para interesados en los asuntos de la esencia de la vida (Assagioli, Budismo, Cábala, Cuarto Camino, Krishnamurti...) Allí aparecen estos dos artículos que relacionan los problemas de la educación con lo que algunos han llamado "El Ego profesoral".

El marco de referencia es la idea de Carácter en W. Reich . Para este autor es posible discernir estructuras psicofísicas estables que nacen como defensas y actúan como tales, pero que terminan por volverse verdaderas corazas que nos dejan encerrados en su interior.

Así, los autores de los artículos se preguntan qué topes y qué ventajas se observan cuando el profesor es una persona esquizoide, u oral, o masoquista, o psicopático, u obsesivo-compulsivo, o histriónico, que vienen a ser los nombres dados a las distintas configuraciones de carácter.


Anoten el paralelo entre este estudio y el que se hace utilizando el eneagrama como plantilla de referencia. (¿Cómo enseñan los educadores 2, 3, 1...?) Aquí hay 9 tipos; allá, 6, pero en ambos casos se piensa en cómo la rigidez de los agentes educativos (enseñante y aprendiz) pueden influir en los logros educativos.


Conozco desde hace 30 años intentos de aunar ambos esquemas, de manera que a tal eneatipo
le corresponda tal tipo bioenergético. En esos intentos, algunas evidencias -pocos 5 histriónicos, pocos 9 orales...- conviven con zonas mal definidas. Juan José Albert, del IPETG de Alicante, ha preparado durante años un modelo psicodinámico congruente que resuelve el puzzle satisfactoriamente. Estamos impacientes por que su estudio "Ternura y Agresividad" vea la luz (en ediciones Mandala, creo).

Me voy a permitir fusilar aquí unos extractos de los artículos; si les parecen interesantes,
visiten la página original siguiendo el enlace "supra" . Hay cosas verdaderamente logradas,
como la "explicación del Teorema de Pitágoras por parte de los distintos tipos de carácter."..

Y dense una vuelta por el "Mapa del sitio" de Alcione. Hay estupendos aperitivos ("aperitivo: que abre el apetito..)




¿Cómo enseña y aprende el carácter?



A continuación, describimos algunos rasgos típicos de los diversos estilos de carácter, cuando están implicados en una actividad de enseñanza. Se trata, en general de actitudes de personas bastante “entrampadas” en su carácter, en cuanto a presentar actitudes muy estereotipadas, dinámicas rígidas, bloqueos importantes de la circulación energética, y coraza muy dominante y determinante.



El carácter esquizoide :Hemos observado un alto porcentaje de docentes de la enseñanza superior en matemáticas con este estilo de carácter (entre 30% y 40%)

Puede tener una compresión cabal y original de los contenidos que enseña, pero usualmente “cuenta su historia, desde su mundo”. No manifiesta el impulso de colocarse realmente en el lugar del otro, aunque a veces pueda adivinar lo
que el otro (típicamente, el alumno) está pensando. Rara vez hace contacto ocular con sus interlocutores, estudiantes en particular. Lo más frecuente es
verlo hablar hacia el pizarrón o telón, en lugar de dirigirse a su auditorio y “sentir” sus reacciones. Sus exposiciones muchas veces recuerdan un soliloquio más que otra cosa. Sería incluso capaz – lo hemos visto – de comenzar a hacer una clase al curso equivocado, sin darse cuenta, ya que evita el contacto con las personas que forman su auditorio. Su discurso oral es habitualmente monocorde, carente de inflexiones o énfasis marcados. Con frecuencia emplea, tanto oralmente como por escrito, términos defensivos como “obviamente”, “por supuesto”, “evidentemente”, como si quisiera precaverse de antemano de la crítica de un interlocutor o un lector malévolo. Como siente que el mundo es hostil y peligroso, trata de no dar pie a ninguna agresión del medio. Se observa, en casos extremos, que al hacer una pregunta a un colega, por ejemplo, dirá: “tengo una pregunta totalmente estúpida”.A veces, redacta en forma telegráfica, se guarda cosas, que da por “obvias”, y otras veces abruma a sus alumnos con demasiada información, por no ponerse en su lugar. Gracias a su claridad conceptual, capacidad de visualización y pensamiento lógico, e imaginación, puede ser un docente muy creativo, en los casos más favorables. Sin embargo,
es sobre todo eficaz enseñando a sujetos innatamente dotados para el tema,
ya que le es difícil ponerse en el lugar de alumnos que están en un nivel 0 o
más abajo, al comenzar su aprendizaje.


El carácter oral:

En su aspecto compensado, siente la educación como nutrición que puede dispensar a los demás. Desarrolla entonces fácilmente una actitud “maternal” hacia los alumnos, a quienes consagra mucho tiempo y energía. Se observa
esta actitud en profesores que se han comprometido entusiasta y abnegadamente con el proceso de reforma educacional, sacrificando su tiempo, energía e incluso recursos económicos. Han asumido así muchas veces una carga demasiado pesada y sufren al cabo de un tiempo el “retorno del péndulo” de la dinámica ciclotímica del oral, entrando en la fase de colapso. Se observa entonces depresión, somatizaciones (incluso cardiovasculares), de catastróficas consecuencias. Se encuentra poco frecuentemente el perfil típico del oral colapsado en los profesores. Prima, frente a él, aquel del oral compensado.


Carácter psicopático:

Tiende a transformar el acto docente en una performance, que suscite admiración. Se preocupa más de cultivar su imagen que de ponerse en el lugar
de los aprendices. Asume con facilidad una postura patriarcal y represiva, como detentor de todas las preguntas y todas las respuestas. Puede jugar un rol de líder, falsamente inspirador, como docente. En casos extremos, aterroriza a los alumnos, particularmente mediante los instrumentos y métodos de evaluación. En la mayoría de los casos suele ser manipulador y controlador al evaluar. Se lo encuentra, frecuentemente, en cargos con poder administrativo en el sistema educacional, desde los cuales ejerce una acción represiva sobre los profesores
del sistema.


Carácter obsesivo-compulsivo:

Manifiesta algunas ventajas comparativas, en lo que a organización, acuciosidad y cuidado por los detalles se refiere. Puede ser un buen planificador de actividades, exhaustivamente descritas. En general, sin embargo, aparece como poco apto para plasmar toda una técnica o un desarrollo teórico en una sola imagen, o para improvisar, según sean las reacciones de su auditorio de aprendices. Es temeroso de la innovación y de las situaciones abiertas. Quisiera contar con un guión detallado pre-establecido antes de involucrarse en cualquier cambio de su metodología de enseñanza. Por estas razones, aparece como un sujeto sumamente renuente a comprometerse en un proceso de reforma educacional como aquel en curso en nuestro país.


Carácter masoquista:

Este estilo de carácter se ve fuertemente representado entre los profesores de enseñanza media, en el curso de procesos de reforma como el actual en Chile.
Al trabajar con varios grupos, de aproximadamente una docena de profesores,
en paralelo, se observa como grupos enteros entran en una dinámica de desesperanza: “El intento de alcanzar los objetivos de la reforma está destinado al fracaso, nuestras condiciones materiales son demasiado precarias y la carga horaria excesiva, en comparación con la de otros países en que este tipo de proceso puede haber tenido éxito. Las condiciones de trabajo son demasiado duras y no hay reconocimiento por la labor realizada, etc. ”Se observa sin embargo, que otros grupos de profesores, que recibieron los mismos estímulos que éstos – exposición magistral de algunas ideas claves de la reforma educacional, por ejemplo –se comprometen en otras dinámicas, mucho más activas o constructivas.


El carácter histriónico:Suele ser algo confuso como docente, aunque su plasticidad histriónica sea una ventaja comparativa.Se lo encuentra poco frecuentemente entre los docentes en el área de las matemáticas. Sin embargo, hemos registrado casos de profesores, en áreas científicas vecinas, que recurren a toda una actuación teatral para transmitir ciertos contenidos a sus alumnos y desarrollar su capacidad de observar y diagnosticar (en el ámbito de la medicina psicosomática). Aparentemente, en casos como éste, la componente histriónica del carácter, con su facilidad de actuación y de hacer “como si” es crucial para éxito del método. Esta misma componente, sin embargo, parece propender a
una cierta vaguedad, falta de precisión y claridad conceptual en la transferencia
o interacción cognitiva con los aprendices. Frecuentemente tiene dificultades para explicitar relaciones causales, lógica o estructurales, entre distintos objetos o ideas. Así, por ejemplo, empleará con frecuencia expresiones como “esto tiene que ver con…”, sin llegar nunca a poder describir con precisión cuál es el tipo
de relación al que se alude.




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