lunes, 22 de octubre de 2007

una balada

Envía Katy Caballero, desde Mataró, .

"Transformar la educación para que pasen cosas como estas":


El niño

Una vez un niño fue a la escuela.
Un niño muy pequeño / y la escuela era muy grande.
Pero cuando el niño
descubrió que podía ir a su aula
con sólo andar en línea recta desde la entrada, se sintió feliz.
y ya no siguió pareciéndole que la escuela fuera tan grande.

Una mañana,
cuando el niño ya llevaba un rato en la escuela, la maestra dijo:

«Hoy vamos a hacer un cuadro.»
«¡Qué bueno!», pensó el niño, / porque le gustaba hacer cuadros.
Podía hacerlos de todas clases:
de leones y tigres, /de gallinas y vacas, /de trenes y barcos...
y sacó sus lápices de colores /y se puso a dibujar.
Pero la maestra le dijo:
«¡Espera! ¡Aún no es el momento de empezar!»
y esperó hasta que todos estuvieron listos.

«Ahora», dijo la maestra, /«vamos a hacer flores».
¡Qué bien!», pensó el niño, /porque le gustaba hacer flores,
y empezó a hacerlas, hermosas,
con sus lápices rosados, anaranjados y azules.
Pero la maestra les dijo:
«¡Esperad, que yo os enseñaré!»
y dibujó sobre la pizarra /una flor roja con el tallo verde.
«Ya», dijo la maestra. /«Ahora ya podéis empezar.»

El niño miró la flor de la maestra /y después su propia flor:
la suya le gustaba más que la de la maestra.
Pero no lo dijo
y se limitó a dar la vuelta al papel
para hacer una flor como la de la maestra: /
roja, con el tallo verde.

Otro día, cuando el niño había abierto
él solo la puerta de entrada, /la maestra dijo:


­«Hoy vamos a hacer algo de arcilla.»
«¡Qué bien!», pensó el niño /porque le encantaba la arcilla.

Podía hacer toda clase de cosas con arcilla:
serpientes y muñecos, /elefantes y ratones, /coches y camiones...
y empezó a amasar /su puñado de arcilla.

Pero la maestra le dijo:
«¡Espera, no empieces todavía!»
y esperó hasta que todos estuvieron listos.

«Ahora», dijo la maestra, /«vamos a hacer un plato».
«¡Qué bien!», pensó el niñito, /porque le gustaba hacer platos
, y empezó a hacer algunos
con formas y tamaños distintos.

Pero la maestra dijo: «¡Esperad a que yo os enseñe!»
Y entonces les enseñó a todos /a hacer un plato hondo.
«Ahora», les dijo después / «ya podéis empezar».

El niño miró el plato de la maestra
y después el suyo.
Sus platos le gustaban más que el de la maestra,
pero no lo dijo
y se limitó a amasar de nuevo una gran bola de arcilla
y a hacer un plato como el de la maestra.
Un plato hondo.

Y muy pronto el niño
aprendió a esperar, /y a observar,
y a hacer las cosas igual que la maestra.
Y muy pronto / dejó de hacer sus propias cosas.

Entonces sucedió /que el niño y su familia
se mudaron de casa,/ a otra ciudad,
y el niño tuvo que ir /a otra escuela.

Una escuela aún más grande/ que la anterior,
y donde no había ninguna /puerta de entrada a su aula.
Tenía que subir unos grandes escalones
y caminar por un pasillo largo /para llegar a su aula.

Y el primer día /de clase, la maestra le dijo:
« Hoy vamos a hacer un cuadro.»

­ «¡ Bien!», pensó el niño
y se quedó esperando que ella le dijera lo que tenía que hacer.

Pero la maestra no le dijo nada.
No hizo más que pasearse por el aula.

Cuando llegó junto al niño /le preguntó si no quería hacer un cuadro.
«Sí», le dijo él, y preguntó: /«¿ Qué vamos a hacer?»
«Yo no lo sabré mientras no lo hagáis», dijo la maestra.

«¿ Cómo tengo que hacerlo?», preguntó el niño.
«Pues, como a ti te guste», dijo la maestra.
«¿ Y de qué color?», preguntó él.
«De los que tú quieras», dijo la maestra.
«Si todos hicierais el mismo dibujo /y usarais los mismos colores,
¿cómo sabría quién hizo cada uno?»
«No lo sé», respondió el niño.
Y empezó a dibujar flores rosadas, /azules y anaranjadas.



Y su escuela nueva le gustó /aunque no pudiera
llegar a su aula directamente /desde la puerta de entrada.



HELEN E. BUCKLEY

1 comentario:

mireya dijo...

Precioso!!!! como madre y como profesora...reconozco que lo sencillo es pautar y que a la vez es lo más coartante para la creatividad y la expresion de los niños/as. Pero también he de hablar de la inseguridad que a cualquiera puede producirle encontrarse con preguntas a las que no sabe responder, encontrarse con cosas a las que no sabe mirar, a las que no sabe responder y a las que no se atreve ni a catalogar.
En una vida de borreguismo social y cultural... el camino es recto y limitado
Pero afortunadamente hay PERSONAS que se atreven a SER y que siendo...saben dejar SER a otros.