jueves, 13 de mayo de 2010

Performance de la educación del alma


desde el blog
3,14 gestión de las personas,
en ...http://314gestionpersonas.blogspot.com/2010/04/performance-de-la-educacion-del-alma.html
su autora nos envía este testimonio de su paso por las IV Jornada de educación Integral de Palma de Mallorca. Muchas gracias lluevan sobre usted!



"Pasaba por aquí y me quedé.
La verdad que me llegó una invitación por e-mail para participar en la IV Jornada de Educación Integral, organizada por la Fundación Claudio Naranjo,
y la UIB, y pensé que tenía que estar allí. Primero, como YO (persona), para continuar haciendo una performance de mi alma, y segundo, como madre para conocer las herramientas con las que puedo ayudar a mi pequeña Luna a trazar caminos que ella algún día elegirá.
Todos los asistentes tenían alguna conexión con el mundo de la educación,
pero es más, de todos emergía, o por lo menos, con los que intercambie algunas palabras, su preocupación por como humanizar la educación.
Casi 12 horas entre talleres creativos, imaginativos, emocionales para intentar despertar en nuestra conciencia el niño que todos nunca debemos “mandar” a dormir.
Una de las preguntas que se intentó contestar a lo largo del día fue ¿qué pueden hacer los profesionales que acompañan el crecimiento de los que jóvenes para facilitarles el aprendizaje y es más poner cimientos para desarrollar su inteligencia emocional, la empatía, asumir las responsabilidades, el compromiso, la responsabilidad, el respeto…? Respuesta: Convertir un aula en un espacio de convivencia para aprender.
Participé en dos talleres a elección propia y uno en común en el que el arte fue la percha escogida por los profesionales que pilotaron a los equipos. Arte en movimiento, en acción, en el que convivieron teatro, música, danza, expresión corporal y pintura… para ayudarnos a explorar nuestros caminos interiores. El silencio se apuntó a este tango de sensaciones para guiarnos hacia
nuestro laberinto interior y como una palanca activarnos para encontrarnos a nosotros mismos. Qué sentimos, que observamos, en qué podemos mejorar para crear nuestro propio decorado interior. Al final la vida es como un teatro.
Los libros se aparcaron, las pizarras se taparon, las teorías se guardaron en el baúl. Se paró el tiempo. En silencio y con sonido. Cuando entramos en escena (en un aula, en un despacho…) pisamos las tablas con todo lo que somos: con nuestros miedos, nuestras manías, nuestros perjuicios, nuestros te quieros, nuestras vivencias y experiencias… Nos expresamos con nuestro cuerpo, con nuestro tono de voz… Si somos capaces de desempolvar nuestros mecanismos internos, estaremos en mejores condiciones para “educar” en paz.
Guardo una imagen en mi CD en blanco y negro. Zapatos aparcados, unos pegados a los otros en un aula del otro siglo, mientras volábamos con las letras de Sabina, Serrat, Tina Turner, Beatles, Fito y los Fitipaldis… y un árbol con manos de colores, pintadas a trazos de revolcones de infancia y de sueños aún por hilvanar. Un día de educación.

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