Debate, VII: De nuevo Françesc

¡PROFESOR, MI PROFESOR!!

.- ¿...si...?

.- ¡El Françesc quiere intervenir en el debate! ¡El mismo Françesc cuya carta lo inició!. ¿Puede intervenir, porfa?

.-¡Que lo haga por escrito, como todo el mundo, y con el debido respeto!

.-Es que ya lo tiene por escrito... ¡y, por supuesto, con el debido respeto!

.-...bueno, pues que intervenga. ¡A ver, Françesc, lea usted su intervención!

"Respuesta de Francesc Roma a su maestro Claudio Naranjo:

Siento que mis palabras hayan entristecido al apreciado maestro. Al mismo tiempo su respuesta me ha llenado de amor y coraje. Una vez más mis miedos y temores paralizan y ensombrecen mi esperanza de un futuro colectivo mejor. Una vez más busco luz en mi alma, y algo encuentro. ..

Desde que supe del Eneagrama vi que el maestro se expresa con claridad y contundencia al describir los males de la sociedad y los caracteres. Así mismo se expresa la Fundación respecto al sistema educativo (SE). Quizás es el miedo a reconocer la grave situación del SE el que provoca la rabia en mi, porque formo parte de él y me cuesta reconocerlo.

Cierto que temo subvertir el orden establecido del SE, y no me atrevo a nombrar las cosas por su nombre, y me cuesta hablar de revolución. Qué responsabilidad he cargado en mi mochila personal; lancé una piedra al mar y Neptuno me la devuelve multiplicada por diez. ¡Mucho tiempo tardé en lanzar mi guijarro!. Temeroso, como siempre, he dudado durante meses antes de expresar mi opinión a la Fundación sobre el valor que le da a la capacidad de la educación de cambiar la sociedad...

No sé si temo más a la revolución educativa o a decirle al rey que va desnudo. Soy consciente de las grandes limitaciones, contradicciones y deficiencias del SE. A mi entender el SE forma parte de un macrosistema social mucho más complejo. A mi me parece que es la sociedad la que está enferma, y la educación no es la única causa. Creo firmemente que una educación a lo largo de toda la vida, en todas las facetas de la vida e introduciendo el AMOR como eje, es una buena herramienta de cambio.

Sí puedo imaginar una revolución educativa que promueva el cambio sutil
y permanente de conciencias. Como el turista que se acerca al nativo en la playa, mientras éste devuelve una a una entre miles, estrellas de mar que la marea baja ha condenado.
Cuando aquel menosprecia la pequeña cantidad de salvadas, el nativo
las valora una a una.
Francesc Roma Millan