martes, 19 de mayo de 2009

un breve manifiesto

Viçens Olivé me hace llegar un hermoso Power Point, del que rescato el texto, que viene a ser un decálogo.

Rastreándolo, encuentro su origen en la Librería Aletheia, que desconozco, pero que por lo que leo procura ser coherente . Ahí va su dirección: http://www.libreriaaletheia.es/articulos.asp?subcategoria=16

Y ahí va el decálogo:


Pueden establecerse diez puntos fundamentales sobre educación, aplicables a cualquier centro educativo y, más concretamente, a la escuela:


1. El educador nunca puede olvidar que todo educando sin excepción debe alcanzar la plenitud de su singularidad.


2. El educador debe actuar motivando, y no imponiendo, para que el individuo encuentre su singularidad por sí mismo.


3. La educación debe dirigirse a todas las dimensiones esenciales del ser humano: pensamiento, voluntad y amor. Las tres se coimplican, no puede ser una sin las otras, de tal manera que ninguna puede educarse completamente por separado.


4. El educador ha de implicarse integralmente en el proceso educativo, de tal manera que el mismo sea el fruto de una auténtica vocación.


5. El educando debe ser conforme a un nosotros para, más tarde, ser él mismo.


6. El educando tiene que percibir que su educación es fundamental para su grupo social de referencia.


7. El educando tiene que sentirse necesario para poder evolucionar. Es precisamente de esta manera como evoluciona su colectivo.


8. En todo conocimiento va implícita una imagen de cómo nos identificamos nosotros mismos como seres humanos. Si tomamos al hombre como un ser totalmente contingente, la educación es imposible y queda en manos del nihilismo.


9. El educando no debe identificarse con trascendentes que creen extrañamiento, sino con aquéllos que lo interiorizan espiritualmente afirmando su libertad (la cultura, el ser humano o Dios en el caso de los creyentes).


10. Educar es educarse, negarse relativamente para afirmarse con mayor plenitud, llegando de esta manera a ser el que realmente se es.

domingo, 17 de mayo de 2009

Vicenç Aznaiz, alguien a conocer

Dice de sí mismo:
“Soy psicólogo y un apasionado de la educación. Me formé en los años 60-70 en la visión dialéctico-marxista y de esos tiempos quedó en mí el interés por comprender qué pasa
y por qué pasa.


Escribo en los periódicos y revistas para dar a conocer nuestra idea de infancia y participio en varios grupos de debate”.




Arnaiz brega porque la atención a la primera infancia vaya al unísono con una visión socio-laboral-educativa auténticamente humana y mamífera.





Hay una interesantísima entrevista con él en


http://perezcastello.net/temas/Vicens_arnaiz.pdf.





Para aquellos a quienes les gusta "todo empujaíto", que decía la sonora dinamita, unas pizcas:



.-Treinta años trabajando con niños y niñas ¿Qué has aprendido de ellos?



.* Que todo es posible, sólo se trata de persistir. He aprendido a compartir intimidades
con facilidad. He aprendido que el principal instrumento es la consideración, el amor:

cuando vivimos amorosamente todo termina por funcionar.
Y una cosa más: ellos creen en su transformación, saben que pueden crecer.
Ésta es la dimensión que más me apasiona de la infancia: saber que se puede crecer y, sabiéndolo, desearlo.



.- ¿Y es de verdad aprender es un placer para ellos?


.* Crecer y aprender no siempre se vivecomo un placer inmediato. Pondré un ejemplo.
Un grupo de criaturas de 2 años ante un montón de piezas de construcción: tienen un ideal, edificar una torre, pero a menudo les invade cierto desasosiego.


No son nervios, es la tensión cognitiva.


Necesitan un contexto de seguridad y de afectividad para entender que, si aquello
no sale bien, no será “su” fracaso.


Esta capacidad para vivir esta pequeña desazón como un placer es uno de los ejes del
desarrollo cognitivo de la infancia.
Cuando a los 13 ó 14 años empiezas a enamorarte, tienes palpitaciones y problemas de concentración, ¿verdad?
En realidad, saldrías corriendo, pero no lo haces porque sabes que aquello es algo bueno.



En la primera infancia ocurre lo mismo: los nuevos aprendizajes pueden conllevar un sen-
timiento de desasosiego.



Lo único que necesitan es que alguien les diga que esa inquietud es el anuncio
de una satisfacción posterior.





En http://www.capitannemo.com.ar/como%20nos%20vinculamos.htm encontramos una visión que se siente cercana a nuestro personaje. La definición de educación que compartimos al igual que Vicens Arnaiz Sancho es: "La educación debe llevar al máximo en cada individuo sus aptitudes, con el objeto de ofrecer las mayores posibilidades de éxito para su futuro". El adulto (docente) es el ordenador del medio para promover el desarrollo del niño y la construcción por parte del alumno de significados culturales.


Los docentes deben ser personas mentalmente sanas para lograr en sus clases un clima acogedor, seguro, distendido y afectuoso. Cuando nos referimos a esto, no debemos olvidar que los docentes contamos con nuestras propias historias personales, familiares, escolares y laborales. Y además cargamos con la cosificación, aislamiento y ritualización de la tarea docente, la complejidad y multiplicidad de los instrumentos de trabajo, la estructura jerárquica y piramidal de la organización del trabajo escolar, las normativas desactualizadas o las nuevas no claramente definidas en su aplicación y alcance.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Una opinión

Jordi Ventura , en http://elpoderdelaburbuja.obolog.com/padres-post-constitucionales-cangrejos-rio-42123
No estoy en línea con la opinión de Emilio Calatayud, pero me parece muy enriquecedor que se ponga sobre la mesa el debate de la “educación”, o de la “no educación”, o del “aprendizaje”; todo depende de como se mire. De la misma manera me gustaría exponer otra idea para poder aportar algo más por mi parte, y esta vez lo haré tomando como enfoque la perspectiva que Claudio Naranjo tiene sobre el mundo del conocimiento.
Te paso un enlace, Ultreia, desde donde podrás oír, de viva voz, la opinión de Claudio.
Imagen y audio de Claudio Naranjo


Estoy acostumbrado a sostener ideas a contracorriente, y pasados ya unos cuantos años no me supone ningún problema reconocerlo. Al contrario, creo que me empiezo a sentir bien con una armadura más liviana; un poco solo aún, pero bien.

Quizá por eso me encaja la visión de Claudio, ya que aún no siendo popular, no le da miedo explicarla.

El modelo de aprendizaje de Claudio Naranjo nos pone ante una escuela donde, por ejemplo, sus directrices se basen en no enseñar absolutamente nada.

¿Imposible? No, no es imposible, lo que es inaudito es que aún no nos hayamos dado cuenta de que los niños aprenden más si son libres a la hora de elegir lo que quieren aprender.

¿Una locura? No lo creo, aunque lo que si es cierto es que en las charlas y seminarios que Claudio Naranjo ofrece a educadores en activo siempre se llega a una misma conclusión: a todos les fascina, pero muy pocos lo podrán llevar a cabo.
Quizá un nuevo cambio de conciencia propicie la apertura, mientras tanto sigo pensando que un mundo mejor es posible. Y si alguien tiene la llave del futuro, estos son los niños.

Gracias por darme la oportunidad de expresarme, y perdona por no mostrarme en línea con el artículo de hoy.
¡Un abrazo muy grande, Ultreia!
Jordi

sábado, 2 de mayo de 2009

Desde la Tierra Colombiana

En el esfuerzo de extender urbi et orbe la visión de la necesidad de una formación para el profesorado que sea en sí misma transformadora, la, digamos, sección colombiana, nos envía estas dos direcciones, que corresponden al área SAT y al área Gestalt.

http://www.transformacionhumana.com/
http://www.gestaltcolombia.com/

"No es una poesía gota a gota pensada/
no es un bello producto, no es un fruto perfecto,
es lo más importante, lo que no tiene nombre:
Son gritos en el cielo
y en la tierra son actos!"
que diría Gabriel Celaya.

Incluyo un poema, o una interpelación, que nos trae desde allí Jorge Llano:

"NUNCA TE ATROPELLES,
NO PASES POR ENCIMA DE TI MISMO,
MANIFIÉSTATE".

No me interesa como te ganas la vida,
Quiero saber qué añoras
y si Te atreves a soñar con unirte
Al anhelo de tú corazón.

No me interesa tu edad.
Quiero saber si te arriesgarías
A parecer un tonto por amor
Por tus sueños
Por la aventura de estar vivo

Quiero saber si puedes encontrarte
Con el dolor tuyo y mío
Sin moverlo, ni esconderlo

Quiero saber si puedes estar
En la alegría tuya y mía
Abandonarte a la danza y dejar que el éxtasis
te llene hasta la yema de los dedos de los pies y de las manos
sin advertirnos que tengamos cuidado
Que seamos realistas
Que recordemos las limitaciones
Del ser humano

Quiero saber si puedes estar solo y si te gusta.

ORIAH - Soñador de la montaña (indio americano)